Coco Chanel en la famosa escalera de Rue Cambon por Cecil Beaton
Hubo una época en la que trabajar en moda era cosa de mujeres. Muchas veces leímos cómo José Cardoch, por ejemplo, relataba que para convertirse en diseñador debía estudiar en un horario especial, fuera de las clases impartidas en el establecimiento, porque solo estaban admitidas mujeres en ello. Sin embargo y al igual que muchas otras áreas profesionales, la moda cada vez es más espacio masculino y específicamente, como recalcó el New York Times en una columna del 2005, “una profesión de hombres gay”. Y si hablamos específicamente de Alta Costura, la meca de la tradición de la moda, ahí nos topamos con un espacio femenino aun más reducido, que solo hace unos días sumó otro nombre a sus filas: Clare Waight Keller en Givenchy.