Durante los años ’60, se realizó la más creativa convergencia de diseñadores en la industria. Todos experimentaban, todos se atrevían a combinar colores y formas, y también existieron aquellos que siguieron el camino de lo sofisticado dándole aires más juveniles. La revista Vogue convocaba siempre a fotógrafos como David Bailey, quien se aseguraba de mostrar lo más colorido de la escena en compañía de arriesgadas modelos, aun cuando estuvieran dentro de un estudio. A través de esta editorial, podemos apreciar la figura de Peggy Moffitt, uno de los grandes baluartes del modelaje más original de aquella década, junto con Donyale Luna y Moyra Swann llevando trajes de Lanvin, Pierre Cardin y Jean Patou, entre otros.
