Se dice que Gianni Versace gustaba enormemente del arte, y siempre mantenía piezas de importantes artistas en sus casas alrededor del mundo. Quizás por ello, su hermana Donatella decidió el año ’98 completar su legado luego de la muerte del diseñador rindiendo tributo al estilo de las pinturas y obras de arte del Renacimiento, gracias al ojo maestro de Steven Meisel.