A fines de los años ’70, la vida de la modelo Gia Carangi se vio potenciada por su amistad con dos fotógrafos que cimentaron su estilo y mostraron su sensualidad: Chris Von Wangenheim, quien la desnudó en varias oportunidades y Francesco Scavullo, quien le dio el glamour necesario a su ruda imagen para convertirla en una de las modelos más famosas de la historia. Sin embargo, fue Aldo Fallai el que la convirtió en una elegante mujer con estilo masculino para una de las campañas más recordadas de Giorgio Armani, la que salió en las revistas en 1983.