Su elegancia, su manera de vestir completamente de negro a lo Funny Face y su cabello corto masculino se unieron para formar un verdadero ícono de todos los tiempos. Desde el cine, donde debutó como protagonista en Roman Holiday en 1954, hasta las revistas y portadas de Vogue que adornó en los ’70, la frágil protagonista de Desayuno en Tiffany’s fue capaz de trasladar el look y el impacto de Holly Holightly a su vida normal, gracias a un envidiable guardarropas y amistad con el diseñador Hubert de Givenchy.
Fotografía enviada a través de Mándanos tu look desde Viña del Mar. La camisa era de mi abuela, el vestido es TopShop, el cinturón y el bolso los compré en la ropa americana y el collar en Falabella. Las zapatillas son Sybilla. Mi diseñador favorito es Karl Lagerfeld, escucho Adele y uso el perfume Miss Dior Cheriè L’eau de Dior.