Estoy en Estados Unidos, en la casa de un hermano muy computín, quien me obliga a plantearme la pregunta sobre la subsistencia del formato papel. Con esta inquietud en mente, partí a comprar revistas y elegí lo más obvio: la Vogue. Estaba ya la de junio (tan típico de los gringos eso de ir adelantados en un mes) pero me gustó más la de mayo. Abrirla fue una sorpresa. La primera conclusión que saqué fue que Vogue en la red es mucho más que style.com. Hace rato que entendieron que internet ya dejó de ser una gran fuente de información, como una especie de biblioteca virtual. Hoy internet es también una herramienta de comunicación y por eso Vogue creó su comunidad. Eso, además de otras cosas. Les cuento.