Como se expuso en el post anterior, en la Belle Époque el mundo vivió una rápida gloria de bohemia adinerada, preparándose en silencio para una gran guerra. En este momento histórico la ilustración de moda y el propio diseño de vestuario se basaron en los estilos del siglo anterior, en lugar de ofrecer una visión de futuro. La mayoría de la ropa que expresaba la opulencia de la época, vestida por aristócratas y por la élite de Europa y Norteamérica, tenía más de la estética sinuosa del “Art Nouveau” (concebido en la década de 1890) que cualquier señal de modernidad. Las señoras aparecieron, entonces, revestidas en vuelos y encajes, boas de plumas y sombreros adornados exagerada y recargadamente.