Dedicado a mi amigo Pablo
El modo barroco nace con respecto a los conflictos religiosos del siglo XVII: frente a la tendencia protestante de erigir espacios para el culto de una manera absolutamente sobria, la iglesia católica considerará para sus fines litúrgicos la grandiosidad y la complejidad del ornamento; en este sentido se puede afirmar que el barroco es la expresión estética de la Contrarreforma. Por ende, este período de tiempo, recibió el apodo de “Siglo de Oro” pues en la sensibilidad barroca se aprecia una tendencia espectacular hacia lo ornamental, un gusto desmesurado por la ampulosidad y lo excesivamente recargado, una búsqueda de la originalidad por sobre todo, un abandono de las reglas de la estética clásica y un predominio de la fantasía sobre la fiel representación de la realidad. Este es el siglo de los brillos.