Por misi pAnk
Más de 100 mil chilenos fuimos a ver el miércoles y el jueves a Madonna. Y nos trastornamos. La música, las luces, los bailarines, el auto blanco que de repente entró al escenario, los boxeadores y ella. Ella que saltaba la cuerda, que se sacaba un short haciendo la invertida, que rockeó sus éxitos del pasado con la pose más sexy con que alguien puede colgarse una guitarra. Ella que baila sin sudar una gota, que canta, que no pierde el ritmo. Ella que es y será la fashionista por excelencia, la que impone la moda, la que busca y lleva tendencias. ¿O me van a decir que no se habían dado cuenta que esa onda de llevar el shortcito con unas patas debajo no les suena conocida de algún video musical?