Por m-columnista, Corresponsal desde New York
Cuando recién llegas a NY miras hacia arriba con cara de huasa. A los rascacielos. Pero con el tiempo -y aunque no se te pase lo huasa- vas buscando nuevas perspectivas. Y llegas a los zapatos. En el rubro abundaban las famosas balerinas, zapatos planitos de escote profundo, y las zapatillas. Pero desde hace un tiempo han ido avanzando -a paso sino agigantado, bastante sexy- los tacones. Y no son pequeños, lo que implica grandes desafíos en una ciudad donde se camina tanto como en esta.