Cuándo nos enfrentamos al trabajo de un diseñador, es imposible admirar su talento y su creación sin perder de vista el tiempo histórico en el que éste se inserta. Desde este lugar de observación, podemos vislumbrar y comprender de manera más efectiva el porqué de su búsqueda y los sentidos que guían su trabajo. La diseñadora inglesa Emily Crane, funde en sus diseños tanto la química como la experimentación de ingredientes que pueden estar en cualquier cocina, convirtiéndolos en bellas prendas.
La primera vez que vi el video en el cual mostraba su trabajo, difícilmente pude pensar que no se tratara de un experimento de química o el nacimiento de una nueva receta de cocina, pero para mi sorpresa, más bien se trataba de un proceso que finalizaría en la construcción de una prenda. Para esta finalidad, Emily hace uso de una ingeniosa paleta de ingredientes, tales como: carne de gelatina, colorantes para alimentos, agar agar, entre otros, los cuales son mezclados, batidos y luego congelados para posteriormente ser moldeados en un maniquí.
Mediante el desarrollo de este nuevo tipo de materialidades, Emily Crane ha desarrollado un proyecto que deleita la imaginación y hace patente las reflexiones existentes en torno a la sustentabilidad del planeta y los desastres ambientales, donde sin duda éste tipo de proyectos, auguran parte del futuro del diseño de moda.
Micro-Nutrientes Couture apunta a la creación de prendas que ya no provendrán tan sólo de un rollo de tela sino del mundo natural y su exploración, brindando así nuevas metodologías y elementos para la construcción de futuras prendas.
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