Sus prendas se caracteriza por el minimalismo en colores, pero estructuras originales que se adaptan al cuerpo. “No me gustaría andar con muchos detalles ni perfectamente vestido en trajes sastres; prefiero prendas que me dejen vivir”, señala el diseñador japonés Yohji Yamamoto, quien además de imprimir su particular sello a las colecciones de ropa, ha dejado su filosofía en la publicidad que ha mantenido su marca a lo largo de los años.
Aun cuando el blanco, el negro y algunos tintes de color sean los protagonistas de sus capas, grandes vestidos y chaquetas, Yamamoto ha contado con varios de los fotógrafos más famosos de la actualidad para retratar sus colecciones. Desde principios de los años ’80, Nick Knight fue uno de sus favoritos; el mismo que hoy retrata audaces tomas para la revista W, fue uno de los que más se atrevió a innovar en publicidad gracias al japonés.
Pero si se trata de sueños y blanco y negro, Peter Lindbergh también dejó lo suyo en los ’90. Eso sí, después de los ahora famosos Inez Van Lansweerde y Vinoodh Matadin, quienes se dedicaron a experimentar con una de las campañas más recordadas de Yohji Yamamoto, esa del año 1998 con Maggie Rizer. David Sims también dejó su huella a mediados del los ’90, pero fue la propia esencia del diseñador la que sobresale en cada toma del pasado.