Existen algunas tiendas sinónimo de estilo norteamericano asequible; Gap, Old Navy, Banana Republic entre otras. Entre ellas se destaca J. Crew, la que a través de sweaters de cachemira, pantalones de lino, tejidos, y ropa para la familia, ha construido un imperio que prevalece en gran parte gracias a su directora creativa, la enigmática Jenna Lyons.
Un look realmente impecable, que nunca tiene accesorios de más o al que nunca le falta un toque de color, es el que ha mostrado hasta en alfombras rojas. Para la gala del MET 2011, Jenna sorprendió a todos llevando una falda de plumas blanca y un sweater de cashmere, igualando la simpleza que en los ’90 Sharon Stone puso en el tapete al ir a los Oscars con una camisa de Gap y una falda negra de seda. Jenna tiene su propio espacio en el sitio web, donde “Jenna’s Pick” ayuda a mujeres y hombres a escoger artículos de la tienda y combinarlos para convertirlos en una tenida perfecta.
Comenzó como la asistente de uno de los empleados, y poco a poco en una carrera de 20 años en la compañía, Lyons ahora es el rostro más visible de J. Crew. La neoyorquina ha construido un nombre en base a su estilo, y por supuesto al que le imprimió a su marca, que transformó de una simple tienda para básicos a un lugar con colecciones de diferentes diseñadores del mundo a precios más bajos, dejando en claro que ser elegante no es cosa de dinero.