No es secreto alguno de que las producciones de moda, en su gran gran mayoría, terminan bajo el mágico e invisible bisturí del Photoshop. ¿Pero qué pasa cundo esta manipulación cruza el límite? Un grupo de chicas, cansadas de ver cómo ha influido negativamente en sus vidas el prototipo ideal de belleza publicitado por donde uno mire, decidieron tomarse la calle y protestar por el exceso de retoques en las fotografías de la popular revista Teen Vogue.
La iniciativa en contra del mal uso de Photoshop por parte de Teen Vogue, tuvo lugar esta semana en Nueva York, luego de que Julia Bluhm, de 14 años, encabezara una campaña contra la revista Seventeen para que la editorial deje de alterar el cuerpo de las modelos en sus fotografías. Impulsadas por este acto, Emma Stydahar de 17 años y Carina Cruz de 16, organizaron una marcha junto a otras chicas cerca de las oficinas de Teen Vogue en Times Square, para promover la belleza real de las personas.
Con la idea de conseguir el mismo acuerdo que con Seventeen, el grupo liderado por Emma y Carina desfiló por una improvisada alfombra roja con carteles que decían “¡Que sea real!”, y durante esta semana han logrado reunir más de 28.000 firmas que apoyan su petición. Afiliadas al grupo de protesta SPARK Movement, las chicas consiguieron acordar una reunión privada con Teen Vogue, quien por su parte afirma que realiza un “esfuerzo continuo y consciente para promover una imagen positiva del cuerpo entre nuestros lectores”.
“Tenemos modelos saludables en las páginas de nuestra revista y cada año tomamos decenas de fotografías de personas que no son modelos o son lectores sin retocarlos o alterar su talla. Teen Vogue se compromete a continuar esta práctica”, comunicó la revista de moda para jóvenes. Por otro lado, está la clara influencia que tiene este tipo de imágenes, que presenta una moda extrema y que imita los estilos de su versión adulta, sobre las niñas y adolescentes que las ven continuamente. Según las palabras de la directora ejecutiva de SPARK, Dana Edell, “esas imágenes no se ven como la mayoría de las chicas. Ellos muestran un tipo de belleza extraterrestre, flaca, esquelética, rubia y en los huesos”, que contribuye a la depresión y a desórdenes alimenticios.
“Como chica de color que ha luchado con su peso, quiero que Teen Vogue lance el mensaje de que somos bellas tal como somos, sin necesidad de Photoshop y sin que importe lo que diga la sociedad, y que apueste por la diversidad de colores, de tallas, para que nos sintamos felices con nuestros cuerpos”, reivindicó Cruz. “El uso del Photoshop en las revistas crea verdaderos problemas a las adolescentes, que se sienten mal consigo mismas al creer que no son lo suficientemente bellas. Por eso esto tiene que cambiar, deben ver a chicas que sean como ellas”.
Creemos al igual que estas chicas que algo tiene que cambiar: ser más honestos y dejar de idolatrar cosas falsas. Una de las protestantes, Britney Franco, de 13 años, está suscrita a Teen Vogue, sueña con llegar a ser fotógrafa y editora de moda y se declara amante de la revista. “Por eso quiero que cambie”.
Producciones de Moda: fotografías de Teen Vogue.