Mientras algunos estudiantes desplegaron pancartas con la leyenda “Tu lujo=Mi miseria”, la larga alfombra roja de la gala de Viña 2012 mostraba la opulencia más característica de Chile, la misma que tiene más desaciertos que elegancia en cuanta situación similar se presente. Entre los hitos de épocas donde la Argandoña impactaba con su vestido metálico o Paloma San Basilio mostraba lo mejor de las lentejuelas ochenteras, este 2012 se montó especialmente para la ocasión una pasarela donde actrices, animadoras, modelos y celebridades querían destacar como las más elegantes o mejor vestidas, sin mucho éxito. Chilevisión decidió televisar la ocasión al más puro estilo “Fashion Police” de E!, con Jordi Castell y Luciano Bráncoli comentando sin mucha objetividad o agudeza cada aparición, y con una versión local de la cámara en 360º, que era más similar a una bandeja rotativa.
Algunas salieron ilesas de esta experiencia, destacando con la aprobación de la prensa y los especialistas. Entre las más destacadas se encontraron tres mujeres que llevaron vestidos de Claudio Mansilla, uno de los nuevos nombres del diseño local: Carolina Mestrovic, que deslumbró con su estampa a lo Jessica Alba en un vestido suave que emuló la elegancia de Victoria Beckham o Stella McCartney; Gianella Marengo, quien se subió a la tendencia del look peplo con una oda a la sensualidad de Jessica Rabit sin exagerar, y Natalia Schreiber, con un modelo dorado que destacó su figura sin necesidad del recurso del destape o del escote, algo que se perfiló como la vía fácil para esta oportunidad. Sin ir más lejos, la combinación escote pronunciado+pierna descubierta, fue la que dejó a varias entre las peor evaluadas. Marlen Olivari vestida de Luciano Bráncoli, Tanza Varela con un diseño de Abraham Escalona, Nydian Fabregat con un look rosado y Carmen Gloria Arroyo con un modelo verde poco favorecedor. Curiosamente, dos de estos trajes y otros más, fueron firmados por Bráncoli, el mismo que se encargó de criticar a las asistentes. Sumado a esto, Sofía García llevó un poco adecuado vestido de crochet blanco con peinado poco favorecedor, y la Tía Sonia, que trata de darle glamour al evento pero no toma en cuenta el diseño o el material que destaque de manera positiva su figura.
Algunas trataron de lucir bien, sin mucho éxito: Daniela Aránguiz comentó que iba vestida de Armani, tomada del brazo de Jorge Valdivia que llevó humita blanca y un estilo más similar al de director de orquesta. Maura Rivera llevó un vestido de Vedelia Donoso, cuyo volumen y tela parecía más adecuado a un cumpleaños de 15. Millaray Palma vistió a María Eugenia Larraín, quien parecía una mala copia de Charlize Theron enfundada en Dior para J’Adore; Claudia Di Girólamo llevó un Ralph Lauren que no favoreció su cuerpo y Adriana Barrientos contó de antemano que compró el mismo vestido Versace de Lady Gaga con tacones de la misma marca, aunque el impacto no fue el esperado. Entre las modelos destacaron Bianca Hassler de Carolina Herrera y Vanessa Ceruti de Failer, mientras Francisca Merino mejoró bastante con ayuda de Paulo Méndez. En el caso de otras como Carolina Parsons, que iba de Dolce & Gabbana o Catalina Pulido, de Alexander McQueen, fueron elegantes y sencillas, sin destacar con mucha originalidad pero demostrando que menos es más, algo que derechamente falla a la hora de acudir a una alfombra roja chilena.