Por allá por mediados de los años ’80, la televisión, el cine y las revistas de moda sobre todo, explotaban el prototipo masculino exitoso, que siempre vestía de traje impecable, cabello engominado y portafolio de cuero. Más allá del look, los hombres que aparecían enfundados en estos outfits trabajaban en los puestos más codiciados del momento: como brokers en Wall Street. El “sueño americano” se radicalizaba a través del poder, la codicia y las ganas de obtener todas las comodidades del mundo, tal como Michael J. Fox en la cinta “El secreto de mi éxito” (1987), cuya mayor ambición era obtener el jet privado que aparecía al final, o de manera más violenta, Patrick Bateman en la fantasía de Bret Easton Ellis “American Psycho” (1991) para conseguir la tarjeta de presentación perfecta. Pero si hay una cinta que grafica claramente el peligro de la codicia en plena época yuppie es la propia “Wall Street” (1987), la visión de Oliver Stone sobre el mundo de los trajes y gustos caros, a la par de la corrupción que pronto hundiría a más de un personaje en esta fábula con Michael Douglas y Charlie Sheen.
Fuera de la gran pantalla, los yuppies y su acelerado estilo de vida y poder adquisitivo los desmarcó del resto de profesionales. La rapidez del ascenso y la facilidad para amasar una pequeña fortuna cautivó a más de algún estudiante, y el auge por trabajar en Wall Street se mantuvo hasta fines del 2000, cuando una fuerte crisis solo similar a la depresión de 1929 mantuvo la economía norteamericana pendiendo de un hilo, expandiéndose a todo el mundo. Pronto el desempleo, las altas tasas hipotecarias y muchas cosas caras aludidas como responsables – entre ellos, Lloyd Craig y Jamie Dimon, presidentes de diferentes compañías importantes de Wall Street-, dejaron el malestar al servicio de las protestas ciudadanas, que comenzaron oficialmente en septiembre del 2011 con los “indignados” formando el movimiento “Occupy Wall Street”.
Cuatro meses después, el movimiento sigue más fuerte que nunca, y ha sido apoyado por famosos como Noam Chomsky, Tom Morello y Patti Smith, quienes han apoyado a los protestantes a través de conciertos y declaraciones públicas. “El 99% de las personas no tolerará la corrupción y codicia del 1% restante”, es lo que claman los miembros de este movimiento, que ataca directamente la naturaleza propia de los yuppies y su entorno de lujos, ambición y excesos ya condenados. Hasta el momento, el movimiento ha aparecido incluso en una sesión de fotos para la revista Vice, donde el contraste entre hombres bien vestidos estilo yuppie y quienes acampan en Zucotti Park es evidente: caviar y Christian Dior para algunas fotos. ¿Qué les parece?