La rubia más imitada del cine, la que se acostaba con sólo unas gotas de Chanel Nº5 y que además puso de moda los vestidos halter escotados; la que a pesar de su rol de tonta platinada se codeaba con los mejores artistas, incluyendo su ex esposo el dramaturgo Arthur Miller; la que trascendió más allá del cine y que a pesar de ser imitada, jamás será igualada. Norma Jean o Marilyn Monroe puede ser una invención de los mitos del cine –antes de su look definitivo fue sometida a varios cambios físicos-, pero es uno de los más perfectos jamás creados. Su efecto en la gran pantalla la llevó a ganar premios –por Some Like it hot se llevó el Golden Globe-, pero por sobre todo, perpetuó el poder de la sensualidad como parte de la fama; desde ese momento, todas querían ser rubias, deseadas y además glamorosas.
La Monroe inició su camino a la fama en los años ’50, y desde aquella década las cantantes, actrices y diseñadores se han inspirado en su imagen para crear su propia versión del mito. Andy Warhol la inmortalizó en ese cuadro multicolor que hoy forma parte de diferentes souvenirs; Madonna reemplazó su destartalado primer look para enfundarse en satín rosa, guantes largos y diamantes como Marilyn en “Los caballeros las prefieren rubias”, imagen que mostró en el video “Material Girl” (1985). Lindsay Lohan imita desde sus fotografías hasta el color de su pelo siempre que puede, y los diseñadores tampoco se quedan atrás; en la temporada 2009-2010, Dolce & Gabbana lanzó una serie de vestidos y tops con la imagen de Monroe, mientras Alexander McQueen hizo lo suyo con un vestido negro y una polera con la mitad del rostro de Marilyn en forma de calavera.
Aunque el mito de para mucha más inspiración en las revistas y fotografías, es la publicidad de moda la que más provecho le ha sacado a su imagen. D&G tiene a Scarlett Johansson jugando el mismo rol que la Monroe en los ’50 para el perfume The One y sus cosméticos, mientras la firma Guess? basó toda una vida de publicidad explotando rubias platinadas con la misma sensualidad, desde la fallecida Anna Nicole Smith hasta la actual Amber Heard. En cuanto a la fiebre Marilyn en el cine, parece nunca acabar; este año se estrena una nueva biopic que tiene a Michelle Williams encarnándola y apareciendo en la portada de Vogue bajo mismo rol, y Naomi Watts también aparecerá en su propia cinta de la cual ya se adelantó una imagen vestida de Thierry Mugler. Y aunque antes ya se habían filmado cintas biográficas sobre la actriz – Mira Sorvino fue una de las más famosas en el rol-, el efecto Marilyn Monroe es uno de nunca acabar.