La historia de los lentes se remonta a la antigüedad clásica donde griegos y romanos comienzan a explorar el uso del vidrio para mejorar su visión. Neón hacia uso de una esmeralda moldeada en forma de lente cóncavo, disimulando su miopía en las peleas de gladiadores. Estos hombres intuitivamente iniciaron la búsqueda por mejorar la visión, sólo hasta la llegada del siglo XIII nos acercamos a una definición más exacta de las gafas.
Los registros históricos dan cuenta de dos posibles hombres tras este hallazgo, Alessandro Spina y Salvino Armato, ambos eran artesanos vidrieros y residían en la ciudad italiana de Pisa. Ligeramente la historia favorece a Salvino, quien era un físico óptico que se dedicaba a efectuar experimentos basados en la refracción de la luz, dedicándose a la fabricación de vidrio para mejorar su propia visión.
Quienquiera que haya sido el inventor de los primeros lentes ópticos, su aparición fue de tal relevancia en la época, que muchos de los artesanos en vidrio, comenzaron a fabricar estos rudimentarios lentes, denominados “discos para los ojos” los cuales en su inicio, eran convexos y sólo eran poseídos por eruditos, la nobleza y el clero. Aunque parezca excesivo, transcurrieron cien años para la aparición de lentes cóncavos que solucionarían problemas de visión como la miopía.
El origen de la palabra “lente” y “lentilla”, proviene de Italia, quienes a mediados del siglo XIV, comienzan a dar nombre a estos discos de cristal para los ojos, nombrándoles como lenticchie (lentejas) debido a su semejanza con esta legumbre. Durante más de doscientos años, las gafas se conocerían en Italia como “lentejas de cristal”.
Estos discos de cristal, aún no poseían manera de fijarlos en su lugar y hasta el siglo XVIII son inventadas las patillas, antes recurrían a delgados bramantes que rodeaban cada oreja o bien dejaban que las gafas se apoyaran en la parte más ancha de la nariz.
Sin duda, la transformación de las gafas recorrió un lento y defectuoso camino pero su influencia cobró gran importancia en la prolongación de la vida activa hasta la vejez en muchos estudiosos. Donde la aparición de la imprenta y la proliferación de libros y periódicos, brindaron aún mayor importancia a este artículo que en sus primeros momentos fue de lujo para convertirse con el tiempo en un artículo de gran necesidad.
Tras recorrer la historia de los lentes ópticos, nos preguntamos ¿cómo llegamos a las gafas de sol? Su aparición se remonta al año 1430 en China, lugar donde se desarrolla el primer medio para oscurecer las gafas, mediante el ahumado del lente.
El uso de esta técnica, no pretendía proteger los ojos. Durante siglos, los jueces chinos utilizaron gafas de cuarzo ahumadas para no revelar la expresión de sus ojos en los tribunales, guardando su veredicto hasta el final del juicio. La aparición de las gafas de sol, es un fenómeno del siglo XX, y en su propagación tuvo gran protagonismo las fuerzas militares de los Estados Unidos. El año 1930, Army Air Corps encargó a la empresa óptica Bausch & Lomb, fabricar unas gafas que protegieran a los pilotos contra los riesgos del resplandor del sol a gran altitud. Los aviadores comenzaron a utilizar estas gafas gratuitamente y tiempo después el público adquirió este modelo similar a las gafas Ray-Ban de los aviadores.
En la década de 1960, la empresa Foster Grant, especializada en peines y óptica, decidió recurrir a la moda, comenzando una campaña publicitaria titulada “gafas de sol de las estrellas” donde figuraban los rostros de populares figuras de Hollywood como Peter Sellers, Elke Somer y Anita Ekberg.
En los setenta, se incorpora con gran fuerza los lentes de sol a distintas marcas de moda y estrellas de Hollywood, creándose así una gran industria. En los lentes de sol, mujeres y hombres, encontraron una manera seductora de cubrir su mirada, encontrando en este artículo una manera de crear elegancia y misterio.