Ilustración de Vicente Reyes
El fin de semana recién pasado, algunas mujeres pudimos leer en revista Paula un reportaje sobre “El Imperio del Retail” en Chile, de Guillermina Altomonte. La bajada del texto señalaba que “Por mucho que se hable sobre el diseño de autor en Chile, cerca de 90% de las mujeres compra ropa en las grandes tiendas. O sea: casi todas nos vestimos en el retail.” Esta y otras frases impactantes fueron reveladas en la investigación. Los invitamos a que revisen las impresionantes conclusiones a que arribó la periodista Guillermina Altomonte.
Al inicio del informe, hubo una referencia al proceso de la masificación de las tendencias en Chile. “En el retail chileno cada multitienda tiene marcas propias (por ejemplo, Falabella tiene Basement y Sybilla; Paris tiene Alaniz y Opposite). Las colecciones de estas marcas son diseñadas por equipos de la misma multitienda. Para eso, una vez que se identifica qué tendencia se llevará la próxima temporada, las diseñadoras jefas de cada marca viajan a comprar ropa o “muestras”, como ellas les llaman. A estas diseñadoras se las conoce como“compradoras”. Viajan unas seis veces al año a ferias de moda –como la colosal Bread and Butter, en Berlín, donde confluyen cientos de marcas de jeans de todo el mundo– pero, principalmente, vitrinean. Cada marca propia replica alguna extranjera: Americanino tiene como referente a Miss Sixty; Opposite a Forever 21, y así. Las compradoras barren estas tiendas y traen lo que esté haciendo furor para basar sus colecciones en esas muestras.”
En otra parte del texto, Magdalena Beytía, jefa de diseño de una marca propia de retail, dice: “A mí no me da el tiempo para sentarme con lápiz y papel y hacer 14 bocetos de una prenda. Si le pasas a tu confeccionador una polera de base y le dices: ‘córtale las mangas, bájale el escote y hazla con este estampado’, es mucho más fácil”. A las diseñadoras de las multitiendas no les gusta hablar de copia. Insisten en que se trata de un trabajo propio de diseño y adaptación de las tendencias al mercado chileno.”
Finalmente, la misma jefa de diseño de una empresa señala: “A los chilenos no nos gusta que nos miren en la calle. Somos más bajo perfil. Y las grandes tiendas tienen una propuesta de precios súper agresiva. Por eso creo que en Chile se ha dado este fenómeno de moda tan masiva (…). Luego, Alejandra Cuevas, diseñadora en una empresa del rubro, indica: “La chilena es súper influenciable en moda. Es fácil meterle una idea en la cabeza, porque acá la gente no busca un look propio. Si lo ve en un catálogo y en un maniquí, y más encima tiene la tarjeta, listo”.
¿Qué opinan de ustedes? ¿Las marcas de retail nos subestiman, o es la cruda realidad? ¿Qué piensan de la labor de la jefa de diseño, y de su apreciación respecto de cómo nos vestimos? Pueden leer el documento completo aquí.