Para los fanáticos de “The Hills” y “The City” la pregunta está demás y se responde fácil: Kelly es quien hace llorar a los internos. Pero antes de llegar a la TV y hacerse masivamente conocida, formó una empresa de relaciones públicas que cuenta entre sus principales clientes a firmas de moda bastante avant-garde. Alexandre Herchcovitch, Vivianne Westwood y Jeremy Scott son sólo algunas de las etiquetas que confían en Cutrone la organización y difusión de sus eventos y desfiles. La empresa de su propiedad es de las más prestigiosas y demandadas de Nueva York, Los Ángeles y París. “People´s Revolution” factura millones de dólares al año.
La personalidad abierta e irreverente de Cutrone la ha hecho muy atractiva en términos televisivos, y en Febrero de este año, hizo la aparición en su propio show de TV por las pantallas de Bravo TV. “Kell on Earth” la muestra en una faceta más doméstica, más familiar y se ha convertido en un éxito de audiencia en Estados Unidos. Su excesiva presencia mediática ha generado críticas en el sentido que su nombre se estaría convirtiendo en una marca en sí misma que opaca la fama de sus clientes.
Su escalada a la cima no estuvo exenta de obstáculos. A los 21 años se casó con el protegido de Andy Warhol, Ronny Cutronne, de quien se separó a mediados de los ´90. Superó una adicción a la drogas, leyó el tarot para ganarse la vida, hasta que paulatinamente fue entrando en el mundo de las relaciones públicas y formó el gigante que es hoy “People’ s Revolution”.
“If you have to cry, go outside and other things your mother never told you” se titula su libro, una especia de texto de autoayuda que, como todo lo que hace, se ha convertido en un éxito, adquiriendo el calificativo de bestseller pocos días después de su lanzamiento. El libro, según ella, es una especie de manual de como lidiar con el sexismo, dirigido principalmente a los gays y chicas jóvenes.
Su estilo personal es bastante atípico para una figura del espectáculo. Nunca se la ve maquillada y casi siempre viste de negro.
Kelly es algo así como una mezcla entre la cruda honestidad de Simon Cowell, el olfato de los negocios de Donald Trump y el profundo conocimiento de modas de Tim Gunn, todas esas características juntas en una sola mujer.