La debacle financiera demostró que todos son vulnerables. Y ha alcanzado hasta los más poderosos. La variopintas soluciones para reducir costos van a la forma del asunto pero no al fondo; en algunos casos el lujo debe reformarse o no subsistirá.
En Chanel, Beth Shapiro, la directora del márketing global y de RRPP de la marca, fue despedida de su trabajo esta semana, por cuanto “el ambiente actual ha forzado a reducir el tamaño de la empresa” (Seguro Karl pensó que él bien puede realizar ese trabajo, por lo que terminando el contrato de UNA persona las cosas van a mejorar). Versace por otra parte está planeando cerrar su oficina de prensa en Estados Unidos y externalizará dichas tareas a una agencia particular (¿Supongo entonces que Donatella dejará de hacer megafiestas?). Phi en Nueva York “se enfocó demasiado en un nicho específico” según The Cut. “La champaña complementaria que se servía a los clientes en la tienda de Manhattan, la buena prensa y la exposición no siempre se transforman en buenas ventas” (tal vez la champaña que que ofrecían era rasca).
Macy’s ha anunciado que “cerrará cinco de sus tiendas, lo que supondrá el despido de las más de 300 personas que trabajan en esos establecimientos. Las ventas de Macy’s están cayendo una media del 5%, por lo que el grupo se está obligando a hacer ajustes que le permitan mantener la rentabilidad”. Christian Lacroix solictó su quiebra en mayo pasado luego que la familia Falic, que había comprado la marca al conglomerado LVMH, no comprendiera que se trataba de una inversión de largo plazo, por lo que no recuperaría su dinero en dos temporadas (les pasó por apuretes). La empresa brasileña C&A argentina cerrará sus 20 tiendas en el país ya que el resultado esperado por la firma “no fue logrado”, según detallan en un comunicado. En Chile dejó de existir 5AV en el piso diseño del centro comercial Parque Arauco. ¿Quién será el próximo?
