Fotos: Daniel Hermosilla y Carlos Saavedra
Un espacio impecable, la incorporación de DJ y la mezcla entre consagrados y emergentes necesaria para revisar moda nacional que se aleje de los nombres comunes. Pasarela Valparaíso 2017 se realizó con distintas actividades este mes de enero, pero fue sin lugar a dudas el momento del show con los diseñadores el que congrega toda la atención y concurrencia de varios medios e invitados de diferentes rincones a ese espacio inmejorable llamado Parque Cultural, el cual acoge a cientos de asistentes a la actividad.
Una de las claves del éxito de este proyecto, es que siempre insta a mostrar colaboraciones entre distintos sectores de la moda, destacando no solamente al creativo tras la ropa sino también a los diseñadores de calzado, tocados, sombreros, accesorios y joyas, de igual manera. Para esta ocasión, fuimos testigos de muchos estilos distintos, que llevó a algunos a capturar el espíritu de la alta costura a través de bordados así como a otros a transformar la utilidad en una exploración de materiales y reestructuración de siluetas. Pero también vimos la tradición de tejidos, materia prima propia de nuestro territorio así como irreverencia y actualidad a través de espectáculos que ya detallaremos a continuación. Este año, los estudiantes de Diseño de Vestuario DUOC UC se destacaron más que nunca gracias a colaboraciones que los llevaron a investigar, reformular y proponer estilos de acuerdo a distintas entidades: desde uniformes para rescatistas del Cuerpo de Bomberos porteño, hasta una de las colecciones más aplaudidas de la noche. El Museo Baburizza sirvió de inspiración para idear una serie de trajes dramáticos, experimentales, llamativos, originales y coloridos a una manera que perfectamente podrían aparecer en trabajos editoriales de revistas de moda actual. Además, fueron varios los diseñadores que hicieron guiños al imaginario nacional, ya sea a través de colaboraciones con tejedores (Pitti Palacios por San Marino Knitwear) o rescate de técnicas de Chiloé (Kelgwo Arte Textil).
Por otra parte, la frescura de las propuestas nuevas incorporaron vestuario para patinaje artístico a través de la marca Jo Roller, una colección veraniega inspirada en el cactus con Xanga, la marca de la estudiante de UDLA Javiera Williamson y el dramatismo de los brillos y trajes de noche con Ignacio Galano, del diseñador Claudio Tricot. Entre los consagrados, fue Sr. González el que dio el golpe más certero y sorpresivo; se alejó del sportwear propio de su línea y se acercó a una mezcla entre la pureza, las texturas y el estilismo avant garde gracias a “Trama Láctea”, en colaboración con la ilustradora Melina Rapimán. Ignacio Lechuga demostró por qué es el mejor sastre de Chile y un referente para muchos otros pares, a través de una confección perfecta, cortes precisos y el debut de vestuario femenino con su colección “Dan y Dy”, en colaboración con Atelier Safe. Berlinda Cárdenas se destacó gracias a un nuevo esquema dentro de sus colecciones llenas de colores y vestidos; esta vez, mezcló muchas más texturas y estampados, acompañados de sus accesorios a través de “Consentidas”. En esta ocasión también se destacó Cataldo, marca de Gonzalo Cataldo, en una propuesta que mezcló lo andrógino con trajes de noche y transparencias, que sí podría haber tenido un poco más de preocupación en cuanto a calce y modelos (a uno se le salían los dedos de las sandalias). Como en todo evento, falta mejorar algunos detalles típicos que van desde prendas mejor planchadas, sin detalles de hilachas hasta a veces el incómodo ruido de las guaguas –sí, asistentes con guaguas-, pero en el marco general, Pasarela Valparaíso es una de las mejores ventanas para cualquier diseñador de Chile.