Tuve la suerte de haber asistido, en calidad de panelista, a Ixelmoda, un congreso académico sobre moda que se hace en Cartagena de Indias, Colombia, desde hace dos años. Este 2009 se centró en el tema de la sustentabilidad y también incluyó un foro sobre comunicación de moda.
No es mi idea latearlos acá con todo lo que escuché ni compartir las páginas y páginas de apuntes que tomé, pero sí quiero adelantar lo que me pareció más interesante:
La nueva moda eco no es sólo beige y verde. Los invitados europeos marcaron la pauta en este asunto. Saas Brown, directora del Fashion Institute of Tecnology de Florencia (mujer de un gran estilo, por lo demás) dejó clara la enorme variedad de alternativas que tienen los diseñadores para acercarse al tema. El beige, lo orgánico y el reciclaje son sólo una parte de este capítulo que empieza a escribirse en la historia de la moda. Marco Pecora, de 23 años, es ex alumno de la escuela Polimoda y está dando qué hablar con su renovada manera de entender la moda eco. Su propuesta es usar telas fabricadas con fibras recicladas, en diseños muy vanguardistas. Vale la pena conocer su proyecto Blind.
El abuso de la palabra ecológico. En una brillante y clara exposición, la periodista brasileña Carol García habló sobre cómo los periodistas caen redonditos ante cualquier cosa que diga orgánico y ecológico. En países como los nuestros, con tan poca certificación, es fácil que se abuse de la “onda” eco. Carol nos invita a investigar, a ir más allá de lo obvio, a buscar información fuera de las fuentes más obvias. Algo que todos los periodistas tenemos incorporado en nuestro discurso, pero que no siempre hacemos.
Vamos a tener que cambiar nuestra forma de consumir. Ni les cuento las cifras que pude ver sobre basura, emisiones de Co2, vertederos llenos y otros efectos no deseados del fast fashion. Regina Root, académica norteamericana, llevó la batuta en esto, diciendo cosas terribles con una encantadora sonrisa. Genial ella. Claramente necesitamos parar la máquina un poco, valorando técnicas que promueven el desarrollo local y que por lo mismo tienen una menor huella de carbono. Todo indica que eso, además del reciclaje, es un buen camino para levantar armas en contra del calentamiento global.
Me habría encantado escuchar a Laura Novik, de Raíz Diseño, en su análisis sobre las colecciones sustenables, pero a esa hora estaba en otra sala hablando sobre la precaria industria de la moda chilena y la escasez de recursos con que trabajamos los periodistas de moda. Pude escuchar la mitad de una conferencia de Laura y la encontré genial. Espero con ansias la próxima pasarela organizada por esta mujer argentina, radicada en Chile, que tiene clarísimo quien es quien en el mundo de la moda latinoamericana.
También hubo, por supuesto, pasarelas. Los colombianos dicen que las hacen porque si no, no aparecen en la prensa, lo que me parece muy triste. Chile era el país invitado, y gracias a las gestiones de Raíz Diseño –la consultora de Laura Novik- el principal desfile con apellido chileno estuvo a cargo de Chantal Bernsau. Y nos dejó muy bien parados.
La elegancia de la propuesta de Chantal es a toda prueba y no sólo en el ámbito de los accesorios, donde es más conocida, sino también en la ropa. A tono con la tendencia actual de llevar tradiciones locales a la alta moda, Chantal rescató las chuspas –esas “carteritas” laterales, con flecos, que las indígenas peruanas usan para acarrear hojas de coca-, el trabajo en crin de Rari y otras técnicas de este lado del mundo. La ropa, como es su estilo, fluía con suavidad y elegancia. Las modelos, con relajadas trenzas, evocaban las referencias indígenas. Una propuesta con cierta atemporalidad y sin embargo muy actual. Me encantó.
Por Colombia desfiló Francesca Miranda, con una colección elaborada completamente con cuadrados y rectángulos, en materiales ecológicos. Una propuesta interesante, sobre la que podrán leer próximamente en revista Mujer de La Tercera.