Cuando pensamos en cómo luce una mujer que aparece en las portadas de las revistas pensamos inmediatamente en una mujer alta, delgada, pero con curvas, con piel perfecta, y ni hablar de detalles como el color de piel, de pelo y de ojos. El origen de este prototipo de mujer para ser modelo y rostro de una revista nos lleva a retroceder en el tiempo, donde desde los 50 a 60 la estampa de las modelos era el ideal a alcanzar, con la exuberancia de Marlyn Monroe y la feminidad de Twiggy. Evolucionando a los 70 y 80 con los cuerpos deportivos y tonificados de Farrah Fawcett o Jane Fonda, luego en los 90 con Kate Moss y con los ángeles de Victoria’s Secret desde los 2000 hasta hoy.
Si analizamos cada uno de estos ejemplos vemos que aunque han variado, por ejemplo, las proporciones de los cuerpos, la línea sigue siendo la misma: mujeres muy delgadas. La identificación por parte de las lectoras y consumidoras de medios con las revistas (como Vogue o Cosmopolitan) es un tema que en el último tiempo se ha hablado mucho. Es a partir de esto que ha nacido un movimiento denominado Body Positivity, que busca posicionar a mujeres reales como figuras que para quitar la idea del cuerpo perfecto, entendiendo que esto no significa dar el salto a mostrar modelos plus-size, sino que algo mucho más amplio que integre a todo tipo de mujeres.
En 2004 una campaña de una marca cosmética realizó un estudio donde se le preguntó a mujeres si se sentían lindas, de las cuales sólo un 2% respondió que sí. Esto demostró una dura realidad, donde tras años de constante bombardeo mediático la mentalidad en torno a la mujer perfecta se encuentra interiorizada en el género alrededor del mundo. Ante esto, marcas y medios vieron una oportunidad en un campo poco explorado y que pedía a gritos ser escuchado. Esta misma marca realizó una potente campaña donde expuso en gigantografías a mujeres de distintas características presentándolas como hermosas, dando de esta manera el primer paso para que las revistas (principal medio de corte femenino) se interesaran en el emergente movimiento las llevara a sus portadas y artículos.
En septiembre de 2009 Glamour publicó un artículo donde la modelo Lizzie Miller hablaba sobre sus inseguridades y sus pensamientos acerca de esto, todo junto a una maravillosa foto de ella sentada riendo completamente desnuda. La foto causó un revuelo enorme, ya que se mostraba a una mujer hermosa, perfectamente normal con su estómago sobresaliendo en la altura del ombligo. El sitio web se llenó de mensajes felicitando al medio por mostrar a una mujer natural, mensajes cargados de emoción que nadie se esperaba, pero que volvieron hasta hoy esas fotografías es un ícono de la época a actual. De esta manera se comenzó a replicar este modelo de fotografía y contenido dirigido a empatizar con el amplio grupo de mujeres que sigue las tendencias de la moda, pero no se sentían identificadas con los cuerpos mostrados. Glamour repitió la fórmula exitosa con un artículo especial llamado “These Bodies are Beautiful at Every Size” y revistas como Elle mostró modelos plus size en sus portadas alrededor del mundo.
Adelantando el tiempo a la actualidad, esta tendencia continúa fuerte. Marcas deportivas se han inspirado ofreciendo prendas para todo tipo de cuerpo utilizando modelos plus size en sus campañas. Y lo último fue la incorporación de 3 portadas diferentes en Sports Illustrated, donde una la protagoniza la supermodelo Hailey Clauson, acercándose a la clásica imagen de una modelo delgada, mientras las otras dos cuentan con la imagen de la modelo plus-size Ashley Graham y la luchadora de MMA Ronda Rousey. También durante el año pasado se presentó el primer desfile de modelos plus-size en la Semana de la Moda de Nueva York, exponiendo otro ejemplo de alcance de este movimiento en la moda.
Rompiendo por completo los esquemas, poco a poco esto va siendo más naturalizado por el público que adopta este “Body Positivity”. Es importante que se entienda que esta no es una manera de promover un estilo de vida poco saludable, sino que alcanzar a cada tipo de personas y ayudarlas en un proceso de aceptación para mejorar sus vidas en todo sentido. Este es el poder que tienen las tendencias y muy especialmente el mundo de la moda, como puente para comunicar un cambio de mentalidad en el mundo que no cabe duda se seguirá viendo.