Siguiendo con los datos bonaerenses, la semana pasada asistí a una de las excelentes charlas gratuitas que da la Universidad de Palermo, que en el caso de este ciclo se tratan de distintos tipos de joyería contemporánea. Debo aceptar que fui sin muchas ganas a la cita del miércoles pasado, pero me encontré con una propuesta tan interesante como rupturista, que vale la pena conocer.
Las invitadas del dia eran la pareja creativa de Valeria Hasse y Marcela Muñiz, quienes trabajan bajo el nombre Tota Reciclados. Su propuesta, más que tratarse de joyería contemporánea, cae bajo los parámetros del arte al tener una profundidad conceptual mucho mayor de las que estamos acostumbrados, sobre todo cuando hablamos de complementos al vestuario y accesorios. La idea desde la cual se forma Tota es la de re-armar y re-significar objetos a través de la construcción de joyas con elementos (valiosos o no) encontrados en el entorno, tales como antiguos joyeros de familiares, casas de antiguedades, las veredas de calles transitadas, tiendas escondidas, etc. A través de éste ejercicio de “reciclado”, se les da una segunda (o tercera, o cuarta) oportunidad a estos objetos, y además se forman piezas que a primera vista caen en lo barroco, sin embargo, en una segunda mirada , podemos encontrarnos con objetos de inspiración pop, art decó, artesanal latinoaméricano, textiles, etc; todas conviviendo en una misma pieza, de forma armónica (y muy bonita por cierto).
Ambas mujeres, sin experiencia ni instrucción formal en orfebrería, pero si con un ojo estético sumamente desarollado (viniendo desde campos profesionales como el diseño gráfico y la arquitectura) y en medio de la Argentina de la crisis, convirtieron su necesidad de trabajar, mezclada con su afición fetichista-arqueológica, en hermosas piezas únicas que hoy en dia muestran alrededor del mundo en diversas ferias del rubro. La forma de trabajo en que se organizan los proyectos de Tota se basan en un proceso de recolección y selección de piezas que las lleva a adentrarse en historias personales, a través de la experimentación completa y guiadas sólo por el instinto, llevándolas a desarollar distintos ornamentos, que van desde collares hasta prendedores, e incluso prendas de vestir, y que redefinen los conceptos de lo valioso, lo suntuoso, y lo valorable, dándole un nuevo aire a lo que tenemos como convención que son las joyas.
Para ver más de su trabajo, visiten su página web.
