El mix entre vestidos vintage de fiesta y zapatillas (uno que aún juro que me copió), el flequillo y las joyas estilo hip-hop. Lily Allen represetntó un mix real que llegaba por primera vez el año 2006, cuando su canción “Smile” apareció en todos lados. ¿Qué sabíamos de ella? Que era británica, foul-mouthed como muchos iconos de ese lugar y una figura muy fresca: era precisamente ese mix entre lady like de apariencia y f*ck you de actitud lo que la convirtió en un real icono indie sleaze.
No es secreto que el regreso de la década de 2010s está en todos lados. Se muestra en videos de TikTok donde varias mujeres muestran lo que usaban durante esos años, desde los famoso tacones Jeffrey Campbell – que reaparecieron como objeto de deseo para los GenZ-, hasta las blusas con tachas en el cuello y por supuesto, las leggings disco de American Apparel. En este mar de nostalgia, también nos encontramos con personajes que condensan lo mejor de la época y que a través de su estética, dignifican el concepto de indie sleaze. Uno de ellos es el personaje de Drew Barrymore en la película “Going the distance” (2010), lleno de brillos para el día, accesorios y más.