En 1978, la película franco italiana “La jaula de las locas” revolucionó la taquilla europea y mundial, mostrando la historia de una pareja homosexual que incluía un artista del transformismo mezclando humor y enredos. Aunque hombres imitando a mujeres y derechamente drag queens ya habían aparecido en historias de la gran pantalla, no fue sino hasta fines de los años ’70 en que el cine más mainstream introdujo la temática que mucho tiempo después se consolidaría con dos cintas de distinta visión, pero que incluían a sus propios drag queens: la australiana “Priscilla, la Reina del desierto” (1994) y la comedia hollywoodense “¿Reinas o Reyes?” (1995).
La película de 1994 tenía como protagonistas a tres actores de gran fama en la actualidad: Hugo Weaving, el mismo Agente Smith de “Matrix” como Mitzi del Bra; Guy Pearce, el mismo de “Memento” como Felicia Jollygoodfellow y el legendario actor Terence Stamp, quien aquí sería la transexual Bernadette Bassenger. Los tres mostrarían sus pasos cruzando el desierto para realizar su show de transformismo en un resort, bajo pasos que esconden un secreto por parte de Anthony/Mitzi. A lo largo de la película, vemos una mezcla de estilos propios del arte del drag queen –que incluyen un cuidado maquillaje y trajes opulentos-, pero además, la película nos muestra un lado que no muchas veces se asocia a estos artistas. Lizzy Gardiner y Tim Chapel ganaron el Oscar a Mejor Vestuario por esta película en 1995.
Por otra parte, la película “To Wong Foo, thanks for everything Julie Newmar” (1995) o como la conocimos en estos lados, “¿Reinas o Reyes?”, tuvo como misión darle un desafío a tres figuras asociadas constantemente al cine de acción de Hollywood: Wesley Snipes, John Leguizamo y el fallecido Patrick Swayze. Ellos interpretaron a Noxeema, Chi-Chi y Vida, personajes alegres con estilos muy distintos que cruzan el país en busca de una competencia de drag queen en California, manejando un auto que las lleva a descubrir otras aventuras. En este caso, Hollywood manejó el estilo de manera mucho más humorística, con más estereotipos que la cinta australiana pero igualmente entretenida. Para muchos, este fue el primer acercamiento a un mundo que hoy vemos ampliamente en programas como “RuPaul’s Drag Race” y en Chile, bajo el reality “The Switch”.
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