Estudiar Moda en el extranjero: María Fernanda Piedra, Periodismo de Moda

Estudiar Moda en el extranjero: María Fernanda Piedra, Periodismo de Moda

En este segundo artículo de la serie “Estudiar Moda en el extranjero”, María Fernanda Piedra nos relata su experiencia en el magíster de Periodismo de Moda del London College of Fashion. A pesar de ser abogada de profesión, María Fernanda siempre tuvo una sensibilidad estética bastante desarrollada, la que quiso aprovechar en el mundo de la moda, a través de su participación como editora en VisteLaCalle, la creación de su propio blog y las clases que hacía como ayudante en ramos de Diseño en la PUC. A la hora de adquirir estudios formales en moda, optó por el periodismo porque: “allí pude combinar mi interés por la lectura, mi habilidad para escribir y comunicar, mi manejo de idiomas y mi sensibilidad estética”.

Sobre cuál fue su motivación para estudiar esta carrera en particular, señala: “determiné que quería ganarme la vida trabajando en moda. La docencia pareció la alternativa a seguir, y el magíster surgió como el grado académico necesario para poder postular a un cargo semejante en alguna facultad de Diseño de Vestuario de nuestro país. Creo que los estudiantes de esta carrera se merecen a profesionales con estudios serios en el extranjero. Las posibles ciudades para estudiar eran Nueva York, Milán, París o Londres por ser capitales de moda, pero me incliné por la última porque el London College of Fashion de la University of the Arts ofrecía el curso más atractivo y prestigioso”.

Una ciudad fascinante como Londres y una escuela prestigiosa como el London College of Fashion, parecían ser suficientes para que el inicio de su aventura en el viejo continente fuese prometedor, pero María Fernanda nos cuenta que hubieron algunos baches en el camino. “Los primeros meses fueron muy duros porque por una parte tuve problemas de convivencia con las flatmates; veníamos de culturas muy distintas y a una de las chicas le tuve que enseñar cómo lavar un plato, mantener limpios los espacios comunes, etc. Recuerdo perfecto que solía pensar ‘con qué sorpresa me voy a encontrar hoy’ antes de llegar al departamento. Terrible. De otro lado, mi ex terminó conmigo por Skype al mes de haber llegado a Londres, después de cuatro años de relación, y como era mi primer pololeo, me quería morir. Las jaquecas iban y venían. El clima de invierno tampoco ayudó mucho, porque se oscurecía temprano, tipo cuatro, y a esa hora daban ganas de acostarse en la cama y no saber más del mundo. La lentitud del banco en el proceso de abrir una cuenta fue otra causa de irritación constante…”

Un “english breakfast”, uno de los tantas diferencias culturales a las que se enfrentó

A pesar de esos primeros desafortunados meses, pudo reponerse y salir adelante con el apoyo de sus familiares y amigos. Se hizo amiga de una estudiante oriental de su mismo programa, Yong Eun, y conoció a un grupo de estudiantes de Derecho chilenos que estaban en Londres para aprender un inglés técnico. Juano, Cami y Tomás se convirtieron en sus amigos y compañeros de viaje a través de Europa e hicieron que su estadía en Londres fuese “lovely”.

Con respecto al programa mismo de su magíster, dice que no tenía muchas expectativas, ni sabía muy bien a lo que iba. Sú única certeza era que al fin iba a explorar el mundo que le fascinaba. “Todo comenzó con un quiz de 200 preguntas relativas a la industria de la moda,después de lo cual advertí lo mucho que me faltaba por aprender”. En algún punto del desarrollo del programa, cada alumno tuvo que producir su propia revista: “en la mía incorporé mis propias ideas, teorías, reflexiones y análisis de moda; también incluí colaboraciones de bloggers internacionales y de la periodista chilena Andrea Martínez, y en el diseño me ayudó Ignacia Orellana. No daba más de felicidad cuando supe que estuvo dentro de las tres mejores de la clase. Estoy muy contenta con mi desempeño en el magíster; Andrew Tucker, el Course Director, cree mucho en mí y me dijo que trabajara duro en mi proyecto de fin de año para darme una distinción, así que en eso estoy”.

“1, 2, 3 Eagle Eye”, la revista que María Fernanda hizo durante su curso y que le debe su nombre a su blog: “1, 2, 3 Ojo de Águila”.

Con respecto al financiamiento de sus estudios en el exterior, comenta: “gracias a Dios tenía el dinero para pagármelos, pero también vendí mi auto, y mi madre me auspició mensualmente para que me alimentara bien, no me faltara nada y me diera unas vueltas locas por Europa”.

Su práctica la hizo en la revista “Glass Magazine”, y la editora de quien fue asistente le regaló este “Chanel brooch” por su buen desempeño.

Hoy por hoy, María Fernanda está en Chile para desarrollar su proyecto de título, se trata de una revista de lifestyle masculino con la que pretende no sólo obtener el grado de Magíster, sino hacerla una realidad y planterla como una alternativa en el mercado editorial chileno. Su meta inicial de volver a Chile a hacer clases, ha sido postergada para dedicarse a tiempo completo al proyecto con el que sueña hoy en día. “Lo que queremos hacer en ANDER magazine, es orientar al hombre chileno en su estilo de vida. Para esto, hacemos una selección cuidadosa, una curaduría de lo que está de moda, dónde ir a comer, qué hacer y conocer. ANDER es una visión fresca, entretenida e inteligente de nuestra idiosincrasia. Queremos celebrar al hombre chileno y promover la música, arte y deporte nacional, entre otros aspectos. El lector de ANDER quiere informarse, entretenerse y aprender, y lo podrá hacer en un formato de colección físico, y en otro virtual (iPad app y website www.andermagazine.com). Ya tuvimos la primera reunión de pauta, y el team es esencialmente joven y talentoso. La revista tendrá una frecuencia trimestral en su primer año y habrá un tema central que guiará todo el contenido”.

Fotografías: Gentileza de María Fernanda Piedra. 

Foto de inicio: María Soledad Sureda. 

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