Distintas portadas, el mismo vestido

Distintas portadas, el mismo vestido

Esto ya parece ser una incipiente vicio de la industria. Ejemplo tras ejemplo y mes tras mes, las revistas sacan en sus portadas no sólo las mismas aburridas e insulsas actrices de siempre, sino también, vestidas con los mismos outfits.

El hecho de que un diseñador lance una colección exitosa, y que algunos prendas exhibidas sean de mayor alcance mediático que otras no tiene gran relevancia, y es totalmente esperable. No todas las colecciones van a ser igual de exitosas, y eso es lo normal. También podemos entender que dos celebridades usen el mismo vestido en la misma semana (al final, nadie pierde más que ellas), pero si hay algo que me sorprende es cuando un vestido se repite una y otra vez en distintas portadas de revistas distintas, no sólo una, sino hasta diez veces en un periodo de 3 meses de diferencia.

Los ejemplos en el último año sobran. Quizás el más escandalosos fueron los diez versiones de portadas varias, ilustradas con el mismo vestido dorado de Balmain mostrado en la temporada Fall 2010, que salieron a principios de este año. El  vestido, que costaba algo así como 3o mil dólares, fue lucido por chicas tan distintas como Claudia Schiffer, Natalia Vodianova y Anne Hathaway en portadas de Harper´s Bazaar, Grazia, Elle y varias Vogue around the world.

También ha pasado que en 3 revistas que se distribuyen de un mismo país, y en el mismo mes, 3 estrellas usen el mismo vestido, como pasó el pasado agosto 2010 en las portadas de W, Elle UK y Vogue UK, donde Eva Mendes, Lily Allen y Freja Beha respectivamente, se pusieron el mismo vestido Miu Miu con flores en el escote. Al menos, en este caso, los escotes eran tan diferentes, que parecían vestidos distintos.

También, en la primera de las ediciones de Vogue Paris comandadas por Emanuelle Alt, en abril de éste año, Giselle Budchen lució un vestido Dolce & Gabbana SS 2011, que además habia aparecido en Vogue Alemania el mes anterior, y en Vogue España dos meses antes, lucido por Contance Jablonski. No un muy buen comienzo para una nueva editora en jefe, ¿no?

Podríamos seguir dando ejemplos como éstos hasta el infinito (Como el conjunto de Gucci en la primera foto) ¿Por qué, habiendo tantas opciones, los editores y estilistas de las distintas publicaciones muestran, una y otra vez, el mismo vestido? Cada temporada, como es de esperar, hay prendas que por distintas razones (seguramente ajenas al diseño y a la belleza de las prendas) son marketeadas con más fuerza por las marcas. Mientras más lleguen ciertas prendas a las páginas de las revistas, esto se transformará -obviamente- en publicidad para las casas de moda. Sin embargo, ésta publicidad dista mucho de ser enfocada a vender la colección del cual proviene ese vestido, o esa chaqueta. Estamos hablando de prendas prohibitivas en precio, que nunca bajan de los varios miles de dólares por outfit. Lo que logran las marcas poniendo sus vestidos premium en primera plana no es aumentar sus vendas de alta costura, sino hacer crecer las ventas de segundas y terceras líneas (como D&G y Emporio Armani), de perfumes y cosméticos, y en general todo el arsenal de productos relacionados con un apellido impreso… Pero, al final, si ni siquiera van a vender ese vestido , ¿Porque no optar por opciones más creativas? ¿Porque no optar por nuevos nombres de la moda, diseñadores emergentes? Porqué no optar por vender los productos realmente rentables para las casas de moda dentro de las páginas de la revista? La respuesta, al parecer, como mucho en esta industria, tiene más que ver con lobby y políticas varias, que con la moda misma.

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