Cecil Beaton: Fotografía, vestuario de películas y más

Cecil Beaton: Fotografía, vestuario de películas y más

Mientras la moda devela sus principales figuras a través de la historia, también destaca aquellos que prevalecieron más allá del trabajo legado en películas. Algunos como Cecil Beaton no se conformaron con sacar fotografías en Vogue, ganar el Oscar por su vestuario en “Gigi” (1958) y “My fair lady” (1964) o aparecer en la prestigiosa lista de los International Best Dressed de Vanity Fair en 1970; no, para Beaton su curiosidad y talento lo llevó a figurar incluso en la dirección de Arte de cintas y la decoración de interiores, además de ayudarlo a convertirse en un verdadero Sir por su trabajo como retratista oficial de la familia real británica, rol que tomó luego de conocer a la Reina Isabel II antes que asumiera el trono.

Socialité y amante de conocer nuevos oficios, Beaton y su estilo influenciaron enormemente el trabajo del fotógrafo David Bailey. Su carrera tras el lente comenzó en los años ’20, cuando comenzó a colaborar para la revista Vogue y se convirtió en uno de los pioneros de la fotografía de editoriales en revistas, junto a Horst P. Horst y Edward Steichen. Modelos, actrices como Julie Andrews, Greta Garbo, Audrey Hepburn y famosos escritores como Truman Capote, Aldous Huxley o Jean Cocteau fueron inmortalizados bajo el concepto sepia que envolvió la fotografía de Beaton. Fue después de la II Guerra Mundial que decidió enfocarse en el diseño de escenografías en teatro, donde triunfó con “My fair lady”; por ello, los estudios Warner Bros. decidieron delegarle el trabajo que incluyó la dirección de arte y el vestuario principal de la Hepburn, que finalmente lo llevó a la consagración mundial en ese oficio.

El nombre de Cecil Beaton ha vuelto a aparecer en la prensa este año, aunque nunca ha estado ausente de los destacados en el arte. La celebración del aniversario de diamante de la Reina Isabel II ha preparado una serie de actividades oficiales, que incluyen la exhibición de sus retratos a cargo de Beaton. El ascenso al trono en 1953 y la familia real en su infancia aparecen destacados en el museo Victoria & Albert, a través del ojo que solo uno de los nombres más destacados de la moda y el arte en general podría tener.

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