Los años ’60 fueron convulsionados si hablamos de política, ciencia y moda. Este último punto alcanzó la máxima influencia de la tecnología y los logros de la carrera espacial, que inspiraron trajes, vestidos y accesorios liderados por diseñadores como el francés Pierre Cardin. Y gracias a su tenaz estilo y el registro de su incansable mano derecha Yoshi Takata, hoy vemos cómo fue esa revolución en las calles.
Todas las firmas de moda tienen sus clásicos; para Maison Margiela son los Tabi, unas botas que nacieron en 1988 y que llamaron la atención por tener una separación en los dedos, y para Reebok son son los Instapump Fury de 1994, unos zapatos deportivos icónicos por sus suelas anchas. De esta manera, ambos modelos se fusionaron en un híbrido y fueron presentados en la Semana de la Alta Costura en París durante el show primavera-verano 2020 de Maison Margiela.
Nunca ha sido convencional, ni sus propuestas ni sus siluetas. Cada vez que hablamos de Alta Costura, las reglas no se aplican necesariamente a lo que nos muestra, porque si hay algo que mueve a Jean Paul Gaultier es pensar en miles de formas de sorprender o utilizar elementos tradicionales y convertirlos en nuevas ideas. Y así nos dejó en claro bajo su broche de oro, el desfile con el que se despidió de las pasarelas luego de cincuenta años de carrera y con el cual le dice adiós a todo su legado en París.
Hoy se anunció que el diseñador francés Jean-Paul Gaultier cumplirá 50 años de carrera en su próximo show de Alta Costura y que esa será la última vez que lo veamos como fuerza creativa de la moda. Aunque todos se retiren en algún momento, la noticia sorprendió no solo porque falta muy poco para este último hito, sino también porque de alguna manera, Gaultier es el último rebelde original de la industria. Así que entre pena y admiración, recopilamos algunas de las razones sobre por qué Gaultier debería estar para siempre entre los iconos que ayudaron a moldear la moda como la conocemos.
