Hace mucho tiempo revisamos una de las relaciones entre arte y moda más significativas de su historia: la de Claude Lalanne, escultora francesa, y el mítico Yves Saint Laurent. Amante de pintores, poetas y muchas figuras del mundo artístico, YSL trabajó junto a Lalanne creando piezas extraordinarias, que quebraron por primera vez esa barrera luego del surrealismo de Schiaparelli. Y con la muerte de Lalanne a los 93 años hace unos días, queremos repasar el legado único que dejó junto a la moda.
Justamente, durante los años ’50 los escultores François Xavier y Claude Lalanne se acercaron al círculo artístico más famoso, compuesto por Dalí, Duchamp y muchos otros. Así comenzaron a trabajar juntos más allá del matrimonio, mientras la escultora hacía lo suyo junto a diseñadores como el francés. En 1969, la colección S/S de YSL incluía trajes denominados “Les robes Lalanne”, aludiendo a la mezcla entre telas y escultura. Un vestido con el pecho en bronce y otro con el estómago, ambos de moldes de nada menos que Veruschka, complementaron una inesperada pasarela que hasta el día de hoy se erige como pionera en algo que después experimentarían desde Issey Miyake hasta Alexander McQueen y Tom Ford, el mismo que rindió homenaje al estilo cuando fue Director Creativo de YSL.
Los trajes anteriores también incluyeron accesorios como orejas de bronce y dedos metálicos. En 2017, la artista nuevamente aparecía de la mano de una casa de moda en las pasarelas, esta vez creando las joyas para el Dior de Maria Grazia Chiuri. Allí creó collares, cinturones y piezas inspiradas en flores, culebras y más, todo siempre con el toque especial de sus piezas. Lalanne alcanzó a coquetear una vez más con la moda, todo a través de una etérea intervención.
Fotos: Sotheby’s, Vogue, Zimbio.
