Gonzalo Donoso: Registrando el patrimonio musical

Gonzalo Donoso: Registrando el patrimonio musical

De Pinochet Boys a David Bowie, de Las Cleopatras a Los Bunkers, de la Rolling Stone a la Rock & Pop. El fotógrafo chileno ha sido el responsable de un legado visual que se extiende por la disidencia musical más álgida hasta los iconos locales e internacionales de distintas eras. En esta entrevista, queremos reconocer su increíble aporte a un imaginario global y especialmente local, el cual se mantiene recopilado bajo el libro Retratos de Músicos Chilenos (1986-2012).

Nací en Concepción. Tenía menos de nueve años la primera vez que hice con la cámara de mi mamá, una Agfa manual”, nos cuenta Gonzalo Donoso. Bajo una carrera que se extiende desde los años ‘80 y todo el contexto que conlleva a registrar a sus protagonistas musicales, el fotógrafo chileno ha tenido a diferentes artistas delante de su lente; gracias a su cuenta de Instagram @gonzalo_d_archive, podemos dar un paseo interminable por lo que han sido sus retratos en estas más de cuatro décadas. Charly García, Patricia Rivadeneira, Sting, Jorge González, Bowie y por supuesto el recientemente fallecido Cristián Cuturrufo, uno de los más reconocidos trompetistas de jazz de Chile, son algunos de quienes se asoman entre sus retratos, los que partieron con toda la rebeldía de Pinochet Boys.

-Sabemos que el contexto chileno era muy distinto al internacional en los ’80 y no llegaba mucha info cultural en general, pero ¿tuviste referentes o fotógrafos favoritos mientras planteabas empezar tu carrera?

Antes que fotógrafos favoritos, sentía atracción por algunas revistas de música como NME, Melody Maker, Rock & Folk, Best, entre otras. También libros de cine con fotografías de películas.

-Mientras sacabas tus primeras fotos, apoyando una vanguardia rebelde con Pinochet Boys, punks y tantos otros, ¿sentiste que podías estar inmortalizando parte de nuestra historia musical? ¿Con qué exponente(s) sentiste eso?

Nunca he pensado en la inmortalidad al momento de tomar una foto. Mucho menos en esos momentos cuando éramos muy jóvenes y registrar el presente era vital. Luego de décadas de acumulación de archivo, te das cuenta de la documentación que tienes. Si reflexionas mucho produces menos. Yo me he dedicado a realizar miles de sesiones de fotos antes que a buscar trascendencia.

-¿Cómo lograste esa mítica imagen donde está uno de los Pinochet Boys delante de dos carabineros casi sonriendo lúdicamente, siendo que la autoridad siempre interrumpía sus conciertos?

Es una historia de 1986, “el año que vivimos en peligro”. La logré porque habíamos sido detenidos por los pacos en la carretera, se nos había caído el tubo de escape y escapábamos de esa realidad, es decir, ellos seguían siendo autoridad. No hay ningún contrasentido. Esa foto es totalmente documental, nada fue planeado ni modificado; al contrario, fue una captura muy rápida en un momento complejo.

-Pronto se estrenará una serie sobre Los Prisioneros y Las Cleopatras, justo dos sujetos importantes en tu portafolio. ¿Qué nos puedes decir en cuanto a la estética del grupo femenino, tomando en cuenta el contexto?

Ellas fueron algo nuevo. No recuerdo que haya habido otro grupo con esas características en ese tiempo. El discurso era otro. Y la estética la decidieron ellas solas. Son todas muy bacanes.

-Una de las fotos más reconocidas de los Chancho en Piedra los tiene caracterizados como los personajes de El Mago de Oz. ¿Cómo llegaron a esa idea, formaste parte de la decisión y en general, formas parte de la decisión estética en tus fotos?

Esa idea fue enteramente de ellos. Teníamos un galpón enorme como estudio junto a otros fotógrafos y ellos llegaron con sus vestuarios y accesorios. Casi siempre se conversa previamente acerca de lo que se quiere hacer y mostrar. Normalmente yo elijo las locaciones y los músicos se hacen cargo de su imagen y vestuario. En este caso, claramente sorprendieron.

-Has fotografiado varias décadas diferentes a través de músicos chilenos. ¿Cuáles son los que más te han sorprendido o los más recordados para ti en cuanto a la originalidad de estilos o looks?

Me cuesta decir con precisión; puede ser injusto generalizar porque en la diversidad estilística se ha basado la de músicos. Hay distintos énfasis en cada estilo y género. Por ejemplo, punks y raperos suelen ser más histriónicos y lúdicos. Un baladista le da mayor importancia a su expresión, mirada y menos a su corporalidad. El mundo folk y jazzeros muchas veces aparecen con sus instrumentos; tienen buena formación, estudios y le dan bastante importancia a la interpretación. Los músicos pop y rockeros se producen muy bien con códigos que podemos identificar. Recuerdo que una vez, Illya Kuryaki llegaron a mi estudio con un bolso de ropa y se pintaron ellos mismos las uñas, antes de las fotos y felices de escuchar acid jazz, simple. Es un placer ver que alguien está ahí para hacer imágenes nuevas en conjunto y de mutuo acuerdo; esa es la dinámica, no sólo para ser registrado por una cámara.

-Si hablamos de fotografía, los cambios han sido gigantes en cuanto a la tecnología, pero persiste el romanticismo de lo clásico. ¿Qué te parece que hoy se aprecie aún más lo análogo a la hora de pensar en fotografía, especialmente de moda?

Se aprecia mucho, aunque no estoy seguro que en este minuto se use más lo análogo que lo digital. Diría que no. Obviamente las diferencias tienen que ver con sutilezas bastante significativas, como la textura del negativo, las tonalidades, el rango, suavidad versus saturación, algunas dominantes de color y ¡la onda!, es decir, rescatar el formato antiguo. Ahora, si eres dedicado puedes emular o imitar en el compu la impronta de la imagen análoga, aunque siempre habrá signos que acusen la diferencia; por ejemplo, las rayas o la imperfección de la película y el revelado.

-¿Cómo ha sido para ti ser creativo durante el momento actual, lleno de incertidumbre, cuarentenas y amenazas a la salud?

Lo que me da más miedo es que nos encierren. Creo que se ha visto afectada nuestra capacidad de expansividad y por lo tanto la creatividad al estar tan acorralados, teniendo que ingeniarse para ver cómo vivir. Soy acupunturista además de fotógrafo y todo es presencial. Afortunadamente, he tenido trabajo con bandas nuevas. La falta de interacción puede enfermarnos profundamente. 

-Cuéntanos cómo fue ese episodio que te permitió fotografiar a David Bowie. Luego que fuiste sin un plan a tratar de hacer las fotos y obtuviste permiso, ¿cómo te sentiste y qué decidiste hacer? ¿Cómo fue la interacción con el cantante?

Tenía un plan. El año ’97 él daba una conferencia de prensa en el Hyatt y yo fui a hacerle una sesión de retratos sin una cita concertada. Instalé en otro salón un fondo de plástico color magenta, luces y reflector, después de eso pedí permiso. Mi ímpetu me llevó a hablar con la gente encargada de su agenda -una mujer inglesa guapa que además era su maquilladora-, y le expliqué que trabajaba para la única revista de música que había en Chile. Ella me escuchó, miró el fondo, las luces y me dijo que sí :). Él tuvo la mejor disposición. A una persona que lleva 30 años como estrella en la música, en escenarios, en la danza, en el cine, no es necesario dirigir. Sólo un juego de mudos.

Pero, ¿igual te dijo algo o no?

Sí, hablamos; lo primero que me dijo es que le había gustado el fondo de plástico.

-En primera instancia lanzaste el libro Retratos de Músicos Chilenos (1986-2012) de manera digital y gratuita antes de conseguir los fondos necesarios para su publicación impresa. ¿Qué te parece que cada vez existan menos medios impresos o visibilización de la cultura y las artes en nuestro país?

Lanzarlo digitalmente y gratuito tuvo un doble propósito. Por un lado, dejar en claro que este era un trabajo fotográfico temático de décadas y con autoría. Y por otro, hacerlo masivo, darlo a conocer sin límites de poder adquisitivo. Además así tuvo prensa, TV, difusión, interés de un público más amplio y por lo tanto surgió el financiamiento de editorial Pehuén, sin mediar ningún fucking fondo concursable. El formato en papel quisiera que fuese insustituible.

-Si pudieras elegir fotografiar un sujeto sin importar límites de tiempo, espacio o lugar, ¿a quién elegirías y por qué?

Ahora me interesa fotografiar el mundo de la danza. Sería bonito hacer un proyecto transnacional y viajar. Y si me preguntas por alguien en particular, creo que está por venir.

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Andrea Martínez Maugard
Andrea Martínez Maugard
Periodista y Magister en Comunicaciones, Editora en Jefe de VisteLaCalle. Ex creadora de Martirio's Way, un blog que unía moda, música y cine y que ahora lo encuentras en Instagram como @martiriosway. La historia de la moda y críticas es lo que me mueve en VisteLaCalle.

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