¿Cuál es el rol de la moda frente a la crisis social? Martin Lüttecke, Y.A.N.G. y Espinola nos responden

¿Cuál es el rol de la moda frente a la crisis social? Martin Lüttecke, Y.A.N.G. y Espinola nos responden

Seguimos recopilando las opiniones de los protagonistas directos de nuestra chilena, los diseñadores. En momentos donde la contingencia social y política es más fuerte que cualquier cosa, quisimos saber lo que piensan de acuerdo a las situaciones que enfrentamos y ésto es lo que nos dijeron.

Martín Lüttecke (@martin.luttecke)

“Los diseñadores de moda, consciente o inconscientemente, nos nutrimos del contexto socio político en el que estamos insertos y creo que es a partir de nuestro trabajo en donde podemos manifestarnos de manera más fuerte y honesta”.

 

Francisca Gajardo, Y.A.N.G. (@y.a.n.g._)

“Puede que muchos crean que la moda no tiene ni pito que tocar en esta . Yo misma me lo he cuestionado con pensamientos, como por ejemplo ¿debería subir a mis redes sociales mi trabajo, que está fuera del contexto de nuestra crisis nacional?¿Qué podría hacer yo posiblemente, como diseñadora, para ayudar a mi país considerando lo que está pasando hoy? Es ahí cuando aparecen las respuestas; todo está hermosamente interconectado. Este despertar social es algo que se venia sintiendo hace mucho tiempo y la “moda” no esta exenta.

Primero me gustaría cambiar la palabra MODA, que simboliza la satisfacción de las masas mediante la creación de productos que siguen tendencias premeditadas respaldada por una economía capitalista, por EL VESTIR, lo que para mi personalmente representa consciencia a través del , nuestra identidad, estar conscientes de lo que estamos comunicando con nuestras prendas y a quién realmente estamos apoyando con el uso de éstas. La moda hoy en día, para mi como diseñadora independiente, representa todo lo que está mal con nuestro sistema: explotación de recursos naturales para la sobreproducción de productos que no necesitamos, con mano de obra esclavizada para que eventualmente llegue todo a la basura. Algo totalmente burdo. Quienes practican esto son las grandes marcas de retail, aquellas representantes del capital, donde lo único que importa es ganar y ganar dinero, sin considerar los costos sociales o medioambientales que estas acciones podrían tener.
¿Alguna vez te has preguntado por qué cuando compras algo nuevo en el mall, te genera una pequeña felicidad que luego se desvanece? Es porque cuando crees que estás satisfaciendo una necesidad con esta compra, en realidad estas parchando una sensación que tiene un trasfondo más profundo. Aceptación, autoestima, pertenencia, belleza, ansiedad. Todas esas emociones y sensaciones son los ingredientes con los que el retail juega para obtener tu dinero. Monetizar tus inseguridades…
…Hoy en día “el vestir” es más político que nunca. Uno como consumidor tiene lo que el sistema quiere, el dinero, y es por eso que nuestra arma más potente es ser consciente de esto y dejar de llevar nuestro dinero, el cual conseguimos a duras penas en un sistema totalmente desigual, a los lugares donde se cultiva y promueve esta desigualdad.
El otro día hablaba con una costurera y ella misma me contaba cómo llegaban a su taller estas empresas de retail nacionales (Falabella, Ripley, etc.) a las 10 de la noche un día de semana con 300 poleras para que las confeccionaran, pagándoles 300 pesos la polera (antes pagaban 500) y la recogida era al día siguiente a las 9 am. La señora me decía que ella trabajaba con un equipo de cinco personas y que les tocaba amanecerse, sin comer, para realizar el trabajo al que no se podían negar porque la plata escasea. 90 mil pesos es lo que ganaron esa noche en total. Estas empresas son empresas multimillonarias, que se cagan con una paga justa y no tienen vergüenza en explotar a la gente. Esto no pasó en Bangladesh o la India, esto fue una conversación entre una mujer costurera y yo en la comuna de Recoleta hace unos meses atrás.
¿Y por qué el dinero para las personas de nuestro rubro escasea? Porque nuestro gobierno le ha dado chipe libre a estas empresas de retail para apoderarse de nuestra economía local, para inculcar el sobre consumo a bajos costos como costumbre, sin cuestionamiento ni empatía. Es por eso que hoy en día ser diseñador independiente, ser usuario de diseño independiente, ser usuario de de segunda mano o vestir con consciencia es un acto terriblemente político. Porque para nosotros el retail es como un banco, como las AFP, como los políticos y el Gobierno. Representa lo desigual que es nuestro sistema, lo explotador y cruel que puede llegar a ser, mintiéndonos con necesidades falsas o propuestas prometedoras, metiéndonos el dedo en el ojo y arrancando con nuestro dinero.
HOY una manera de lucha y de apoyarnos entre todxs es no consumir, y si lo van a hacer, que sea de la manera más consciente posible, apañando al amigo que hace ropa, mochilas, estuches, al emprendedor independiente que lucha como todos por poner el pan en la mesa y no dándole nuestro dinero a un solo grupo de personas que jamás nunca pelearán o sentirán empatía por ti. Debemos recordar que el vestuario es una extensión de nuestra piel y de nuestra personalidad; siendo consciente de esto, tenemos otra forma más de protestar”.
Juan Pablo Espínola, Espinola (@the.espinola)

“Yo creo que si bien la Moda es lo último que importa dentro de esta crisis social, como fenómeno y bajo un carácter netamente académico, el análisis de ciertas prendas se transforman en sistemas identitarios para las personas que se han manifestado a lo largo de estos días.

Dependiendo de cada artículo o prenda a utilizar y revisado muy someramente, por ejemplo, una polera de color negro puede ser del color del disgusto, del disconformismo. Al colocar esta polera sobre mi cabeza, ubicar la parte del escote en mi vista y amarrarla por las mangas en la zona de la nuca, no solo de genera una transmutación y cambia de función (de polera a ser un visor protector), sino que cambia de identidad; me transformo en un encapuchado y pierdo mi identidad personal para pertenecer a una masa, a un grupo de anónimos, sin identificación pero unidos por la identificación del grupo, lo que puede resultar muy emotivo. Olvidándonos del qué hacen cuando se cubre las personas (sean algunos casos legítima protesta o en otros vandalismo), el cubrirte con la polera puede hacer que recibamos mensajes indirectos de unión, de solidaridad, “de no preguntar quién eres, pero igual te ayudaré sin pensarlo, en pasarte un limón o agua con bicarbonato”, de que ni siquiera me importa cómo te llamas, pero porque eres uno de los míos, te ayudaré. Siento que estas protestas ayudarán para que códigos de vestuario se transformen en códigos de unión social para sus participantes.
El simbolismo de estos artículos y el atribuirle un significado implícito, pero generado desde la comunidad, puede ser el inicio de nuevas formas de vestirnos, de recibir mensajes y favores a partir de las prendas. El rol del vestuario en las protestas es visualizar la transmutación humana: Me separo del ‘yo’ y me convido a un ‘colectivo'”.

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