Tendencia en crisis: La intercambio party

Tendencia en crisis: La intercambio party

He leído ya en varias partes que con esto de la crisis se está poniendo de moda el concepto de Clothing swap party o algo así como una “fiesta de intercambio de ropa”.

Para las que nunca lo han hecho es algo más o menos así: Un grupo no muy grande de mujeres se junta, cada una con un número no determinado de prendas que se intercambiarán en la fiesta. ¿Que ganamos con esto? Bueno, primero, nos podemos deshacer de un montón de ropa que probablemente botaríamos o regalaríamos sin más por distintos motivos: Ropa que nos tiene aburridas, que no va con nuestro tipo de cuerpo, que usamos una vez y nunca más, uff!. Mediante estas fiestas, todas esas cosas que están ahí juntando polvo se van, y entran nuevas cosas que quizás se conviertan en nuevas prendas favoritas, en esos elementos salvadores básicos y en esos accesorios que arreglan cualquier cualquier tenida. O quizás al cabo de una semana nos aburren de nuevo y hay que volver a hacer otra fiesta.
A mi, personalmente, me parece una idea brillante, sobre todo cuando las finanzas no andan bien (como las mías), y cuando se tiene un grupo de amigas con la suficiente cohesión para tener los siguientes puntos en claro:


La talla: Estas fiestas obtienen resultados óptimos en grupos de amigas que tengan más o menos una talla parecida, no necesariamente la misma (sobre todo porque las tallas en Chile suelen no ser exactas), pero es recomendable manejar ciertos límites, porque sería medio feo y deprimente que una del grupo no pueda cambiar ninguna de sus prendas. Estas fiestas son para sentirse y verse mejor, no al revés.

La confianza y el costo: Un problema que puede surgir es que intercambiemos esa prenda que nos costó un ojo de la cara pero que nunca nos quedó bien, por una polera que a nuestra amiga le costó dos lucas. Quizás la polera de dos lucas es mucho mejor para nosotras, pero puede ser un problema si es que alguien se siente ofendida o estafada.
Otro punto que hay que tener en claro si es que las prendas se intercambiarán para siempre, por un tiempo limitado, por un evento, etc. Las cuentas claras conservan la amistad.

El estilo: Es necesario analizar éste punto antes de lanzarse a hacer estas fiestas. De repente, que un grupo de amigas tenga un estilo muy parecido (como suele pasar muchas veces) es lo mejor para todas y para el intercambio, pero un plus interesante que podríamos aprovechar es el de intentar nuevos estilos por un precio mucho menor. Lo más recomendable, es mantener todo en su justa medida, creo yo.

Esas son mis recomendaciones para que armemos nuestra propia intercambio party. Desde ya, yo empezaré a reclutar gente para esta iniciativa, y así relajamos, todos, un poquito el bolsillo, ¿o no?

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