Christian Siriano ¿Promesa cumplida?

Christian Siriano ¿Promesa cumplida?


Amo los realities de moda. Puedo estar horas enteras viendo America’s next top model, vi entero el insoportable She`s got the look, e incluso le di una oportunidad al menos-que-perfecto Stylista. Sin embargo, mi corazón pertenece a sólo uno de ellos, y aunque mi fidelidad ha sido menor en las últimas temporadas, Project Runway es simplemente mi favorito de todos los realities de moda que han pasado por la historia de la humanidad. Es sin duda lo mejor de lo mejor que nos ha entregado el género.
¿Cual es el secreto? No son los dramas personales de los diseñadores, ni las peleas, ni lo atractivo de los personajes (de hecho, quizás que los personajes no sean atractivos ha sido parte del encanto). Es, simplemente, que viendo éste programa uno puede ver gente sumamente talentosa y que ama lo que hace, haciendo milagros en tiempos récord. Ser testigo de ese proceso es mágico y constituye la mejor televisión de todas.


El programa ha estado salpicado de personajes memorables. Desde el afectado Austin Scarlett (ese nombre es inventado, no?), la impecable aunque aburrida Laura Benettt, hasta el insoportable pero talentoso Jeffrey, Project Runway se ha construido alrededor de gente con talento real, lo que precisamente influye en que haya sido uno de los pocos realities de moda que ha logrado trascender desde el mundo paralelo de la televisión, hasta el mundo real de la moda. Ni siquiera los intentos frustrados cada vez más ambiciosos de Tyra Banks han logrado un acercamiento real, como lo han hecho algunos concursantes de PR, y especialmente Christian Siriano, que aunque no era mi favorito de la cuarta temporada (temporada que además ganó), ha logrado hacer, de a poco, una carrera relativamente notoria en la moda de Nueva York, creando colecciones cada vez más cercanas a un estilo propio y claro.

 Aunque no es su primera colección en NY, la mostrada este sábado 10 de septiembre en el contexto del NYFW, me hizo pensar en grandes diseñadores que antes nunca hubiera relacionado con Siriano, como Oscar de la Renta o Carolina Herrera, pero también me hizo pensar en que una identidad propia se está formando, tratando de sacarse de una vez por todas el cartel de haber sido descubierto en un programa de televisión.

La colección tuvo varios grupos representativos. Por un lado estuvieron los elegantes y femeninos looks más casuales, veraniegos y con olor a resort que Siriano debe incluir para que sus clientas neoyorquinas, que lo adquieren a través de Barney’s, queden felices. Esta vez, la colección incluyó looks de maxifaldas hasta el suelo en colores cítricos y corales mezclados con poleras rayadas (look que amé, por lo demás), conjuntos relajados de faldas pantalón en los mismos tonos, femeninos y simples vestidos blancos y amarillos. Y para los que vieron Project Runway, saben que el pequeño Christian no podría dejar todo el drama de lado, por mucho que ahora muestre sus colecciones en NY. El final del desfile se vió coronado, primero, por vestidos cortos cada vez más complejos, para llegar finalmente a los vestidos de noche, que, dejando de lado algunos experimentos no muy felices, fueron un cierre muy representativo de, primero, lo que ya conocemos de Siriano, y segundo, de lo que él quiere llegar a ser. Y aunque ésta colección no fue muy bien recibida por la crítica, tiene un componente de coquetería, sentido clásico y espectáculo que seguro gustará en el público final, y que nos mantiene esperando lo que presentará Siriano en el futuro.

Fotos: Style.com.

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