
Esponjas, plumavit, bolsas y las típicas burbujas de plástico que todos reventamos: los desechos de empaque siempre están presentes en nuestra vida. Y con ayuda de ellos, la artista Suzanne Jongmans es capaz de transportarnos a una época antigua, gracias a esta sorprendente unión. Porque la artista utiliza cada uno de estos residuos para dar forma a sus retratos renacentistas.


