Yuccies, Muppies o Twees: ¿Qué es lo que verdaderamente viene después del movimiento Hipster?

Yuccies, Muppies o Twees: ¿Qué es lo que verdaderamente viene después del movimiento Hipster?

Definir a las generaciones juveniles bajo categorías que cambian tan rápido como pasan los años, se ha vuelto una tendencia de un séquito de escritores, periodistas y columnistas de medios, que no necesariamente basan sus hallazgos en información científica o, por lo menos, de corte estadista. Desde la clasificación de los Millennials, hasta la categorización de las generaciones X o Z, e incluso anteriores —hablamos de las generaciones marcadas por la primera y segunda guerra mundial, o de los que vinieron directamente después de la segunda guerra, los Baby Boomers—, lo cierto es que más que la radiografía de una generación, secta o subcultura, lo que ocurren son distintas muestras de individualización, tanto de gustos, como de patrones de consumo, y de una búsqueda de identidad que varía según las etapas específicas de la vida y del periodo histórico en el que esta se desarrolla. 

Si los Hipsters llegaron a reinar a finales de la década del 2000 y vieron todo su esplendor hace solo un par de años con sus lentes de marcos grandes, pantalones pitillos, camisas tipo leñador y look vintage en general —desde barbas frondosas hasta melenas midi con chasquilla—, hoy existen varios derivados de este grupo que buscan una estética de consumo más “alternativa”. Están los Muppies, aquella mezcla entre Millennial, o Generación Y, que agrupa a los jóvenes nacidos entre la década de los 80 y 2000, y los Yuppies ochenteros que, de acuerdo a la publicación de Michelle Miller “The Underwriting”, gozan de una vida digital innata, y dejan de lado el prototipo de hombre de negocios ególatra y exitoso de hace tres décadas, para concentrarse en una postura más amable, a favor de la vida sana, el deporte y la realización personal.

Por otro lado, también se encuentra la denominación Twee, a partir del libro de “Twee: The Gentle Revolution in music, books, television, fashion and film”, de Marc Spitz, quien intentó agrupar a aquellas personas que se inspiran en una estética dulce e infantil, con prototipos como el de Zoe Deschanel o el trabajo del cineasta Wes Anderson. De hecho, el nombre “twee” proviene la palabra “sweet” (dulce en inglés), pero mal pronunciada como un niño, y aplicaría a todos aquellos jóvenes sensibles, educados, comprometidos y para nada engreídos.

Hace menos de una semana también comenzó a propagarse el término Yuccie (Young Urban Creatives o Jóvenes Creativos Urbanos), de acuerdo a una columna en el sitio Mashable, y que encasilla a los jóvenes de entre 20 y 39 años, recién graduados, de ingresos medios-altos y que gozan de los frutos económicos que su creatividad les pueda otorgar. De acuerdo a esta misma publicación, que nada tiene de científica o estadista y que más bien se basa en la opinión —dado que es una columna— del colaborador David Infante,  para los Yuccies las ideas propias y los sueños individuales, son las metas que definen su desarrollo tanto profesional como individual.

Finalmente, y entre medio de todos estos nombres, tampoco podemos dejar de lado la clasificación Normcore que durante todo el 2014 marcó un look desapercibido, sin marcas sobre la ropa y bajo un look básico o casi despreocupado. Un estilo de vestir que a todos gritos los medios calificaban como el predecesor de la estética Hipster, pero que simplemente pasó a ser un grupo más de las miles de opciones que se encuentran esparcidas por las calles y urls del mundo a la hora de definir cómo nos vestimos, qué comemos, leemos, etc.

Independiente de qué categoría tome más fuerza que otra, lo cierto es que nuestro siglo se caracteriza por una explosión de diversidad, donde categorizar a grupos solo por el tipo de consumo que realizan en cuanto a preferencias por ropa, música o estilo de vida, nunca son definitivas y mucho menos categóricas como para encausar a toda una población etárea. La evolución de los estilos, desde el regreso de varios o la innovación de otros, es algo que ve de acuerdo a un contexto social determinado, que puede verse enfrentado a variables tan distintas como la ubicación geográfica, el género, la edad, el ingreso económico y el avance social o cultural en el cual se inserte. ¿Qué vendrá después del movimiento Hipster? Pues muchos otros estilos de vida que surgirán de manera paralela y bajo distintas interpretaciones y nombres.

Imágenes de CNN, inakiortega.com, bellezapura.com, eldeforma.com, mashable y getty images.

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