Seis modelos que posaron para Playboy antes y ahora

Seis modelos que posaron para Playboy antes y ahora

A 61 años de que saliera la primera edición de la clásica revista Playboy, las primeras mujeres que posaron para las controvertidas fotografías de la publicación vuelven a posar frente a las cámaras hoy.

Lo cierto es que los primeros números de Playboy distan de lo que la revista es hoy en contenido. Si el primer número salió en diciembre de 1953, fue recién en 1972 que el primer desnudo completo frontal apareció en la publicación, más de diez años después de que Playboy fue fundada por el conocido Hugh Hefner, lo que demuestra una evolución lenta y progresiva hacia el destape. Antes, el fotógrafo se enfrentaba a modelos que jugaban con la sensualidad y con proyectar una femineidad cubriendo ciertas partes de su cuerpo, erotizando un ambiente con sutilezas.

Muchas de estas modelos ni siquiera sabían que su fotografía aparecería en revista Playboy. Dolores Del Monte era una aspirante a actriz cuando aceptó modelar para un calendario. El componente de desnudez no fue un impedimento para que Dolores aceptara el trabajo, aunque se llevó una sorpresa cuando se enteró de que las fotografías habían terminado nada menos que en Playboy.

A pesar de que la mirada común de la población acerca de las revistas como Playboy confluía en que la mujer era degradada y objetivada al posar casi desnuda para el divertimento del hombre, las mujeres que posaron para los primeros números de la revista, y que hoy vuelven a ser foco del lente, sienten que esto no era así. Para ellas, que con el tiempo desarrollaron sus profesiones, se casaron y tuvieron hijos normalmente, el título de Playmate —denominación de las modelos en Playboy cuando su fotografía aparece en forma de poster al centro, y que se otorga mensualmente— las dotó de una confianza que en realidad se sentía como el antecedente de los movimientos feministas y del empoderamiento de la mujer, y no una marca de su subordinación.

Las mujeres demostraban así que su labor como modelos no las posicionaba en un lugar inferior al hombre, sino que las empoderaba dejándolas expresar su femineidad, para seguir con sus vidas y tomar el control total de ellas. En nuestra sociedad actual, el desnudo no es un problema. Es más, es una realidad constante. Los medios exacerban la desnudez femenina, pero también lo hace la población. La mujer no tiene miedo de mostrarse desnuda, o incluso, de fotografiarse, en un contexto donde la cámara fotográfica pasó a ser un elemento fundamental de la cotidianidad de cada persona en el celular, y donde el manejo de ella está al alcance de cualquier persona sin importar el rango etario o socioeconómico.

Imágenes: Nadav Kander para nymag.com

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