Maria La Biyux, moda desde Chile a España con joyas que dan libertad

Maria La Biyux, moda desde Chile a España con joyas que dan libertad

Créditos
Fotografía: Karla Figueroa @karlafigueroaph 
Modelo: Maria José Melville @mjosemelville

Tejidos a mano, con incrustaciones de piedras, metales. En colores crema, otros muy vistosos y con una amplia paleta de tonalidades. El arte y la de Maria La Biyux, que ya lleva cinco años en el mercado de la joyería textil y la innovación social, se ha establecido como un producto de calidad y reconocible. Pero es la historia humana, las manos de quienes hacen los productos lo que más vale en sus diseños. María José Aguirre, la creadora de la marca, recuerda que cuando dejó su trabajo en el mundo corporativo decidió dar un giro en su vida.
Aprendió a tejer y vio lo terapéutico que era dicha técnica. Luego vendió tímidamente sus primeros objetos a través de su cuenta de Facebook personal, hasta que se dio cuenta que esto podía ser una buena idea de negocio. Pero quería, necesitaba darle el foco social y de género. Y así llegó, literal, hasta la cárcel de mujeres de Santiago, sin conocer a nadie, golpeando puertas nada más, a ofrecer el programa: una capacitación para mujeres privadas de libertad para que generaran ingresos para sus familias en el exterior. Le dijeron que sí, y a los días partió.

Aguirre va todos los jueves al penal a dejar materiales y buscar producción. Además, el 20% del valor neto del producto que elaboran, era para reclusas. Se vendiera o no, ellas reciben todos los meses el dinero. De la venta, publicidad, delivery y packaging se encarga Maria La Biyux. “Ahí no se habla de condenas. Lo primero que se dice al iniciar el trabajo es ‘aquí no se habla ni de causas ni de condenas al iniciar la capacitación: yo no sé por qué estás acá, ni tampoco quiero saber‘.  Eso evita prejuicios”, explica Aguirre y cuenta una anécdota. “Maite Rodríguez fue una de las primeras en aparecer en redes sociales con un collar de Maria La Biyux. Las chiquillas dentro de la cárcel no podían creer que la Maite llevaba las piezas de ella, como una joya. Eso las vinculaba más. Defendían sus materiales contra viento y marea; si había un allanamiento, era lo primero que protegían”. De ahí en adelante la marca solo ha seguido creciendo: tienen un punto de venta fijo en el Drugstore de Providencia, más su sitio web (www.marialabiyux.com) y su Instagram (https://www.instagram.com/marialabiyux).

Cruzar el charco

Pero ahora, el modelo detrás de María La Biyux se va a exportar. Hace tres años que están en Domestika, la plataforma global de cursos de manualidades, donde el curso Creación de está traducido a varios idiomas y lo han comprado más de 7 mil personas de países como Estados Unidos, Francia, Italia y Brasil.
Gracias a ese curso fue que la vieron en España. El año pasado la contactaron desde la asociación Amar Dragoste, organización sin fines de lucro que trabaja con mujeres víctimas de trata de personas. Están insertos en Getafe, el barrio industrial de Madrid, donde hay altas tasas de prostitución y vulnerabilidad femenina. Ahí tienen un refugio para mujeres víctimas de tráfico humano. Y hasta ese lugar el 02 de marzo llegará María La Biyux con su método de creación de joyería textil y que va a significar una oferta remunerada para las víctimas de este delito.

Hoy ya tienen venta en Europa en algunos puntos, así que han probado el mercado y el resultado ha sido bueno, por lo que sí hay espacio comercial para que lo que generen las mujeres de Madrid se venda bien. Aprovechando su estadía en Europa, María José Aguirre viajará en marzo también a Paris, donde será parte del lanzamiento de la marca en la plataforma Who’s Next X Ulule entre el 01 de marzo y el 15 de abril, una iniciativa que empujó The Rêve Company, especialista en moda ética y sostenible con sede en París y ProChile Francia. “Poder ingresar al mercado francés que está a la vanguardia de la moda, el diseño y el lujo, pero también del consumo responsable y consciente es parte de nuestro gran sueño”, dice Aguirre. Detrás de todo lo que está haciendo, dice, está su forma distinta de ver el mundo y el camino que está dejando marcado en él.

“Antes me pasaba que no podía demostrar tanta emoción en mi pega. Te miraban raro si te emocionabas. Hoy sí me puedo emocionar hasta las lágrimas con lo que hacemos y eso está bien y lo normalizo. Hoy, por ejemplo, para mis hijas es muy bonito saber que la mamá va a la cárcel todas las semanas. Y que sepan que la mamá trabaja ahí, y que entiendan que las personas se pueden equivocar y pueden tener otra oportunidad, porque a veces están ahí por pura falta de calorcito, de amor, de compromiso real, de acompañamiento. Yo comparto la visión que en se encarcela la pobreza, como dice la madre Nelly León”, concluye.

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