“Why Marianne Faithfull matters” es el nombre de un libro escrito por Tanya Pearson que detalla el impacto e influencia de la cantante y actriz en la autora. Más allá de sus comienzos siendo descubierta por The Rolling Stones, vinculada constantemente a Mick Jagger y tildada de musa del rock por muchos (“Wild Horses” estaría inspirada en una frase que Faithfull diría en una de sus recaídas al hospital por las drogas), la inglesa fue desde siempre algo que la moda intuyó: un referente perfecto de los años ’60. Desde casas como Chloé hasta it girls posteriores como Kate Moss y Alexa Chung, todos se alimentaron del imaginario que la protagonista de “Girl on a motorcycle” dejaría a través de imágenes.
Cuando Jean-Charles de Castelbajac homenajeó a sus colegas en la colección FW 2004
¿Se acuerdan del desfile de los 40 años de Sonia Rykiel, donde la hija de la diseñadora le pidió a varios de sus colegas representarla a través de un look? La admiración entre creativos de casas parisinas también forma parte del sistema, no solo peleas y rivalidades. La generación que emergió en pleno auge del prét-â-portèr en París -hacia mediados de los años ’70-, coincidió en una revolución que los tuvo como aliados y amigos, donde destacaron algunos como Gaultier, Yamamoto, Kawakubo y la misma Rykiel. En ese mismo grupo estaba Jean-Charles de Castelbajac, quien planteó una idea pop en las pasarelas que siguieron otros como Franco Moschino. Castelbajac miraba con nostalgia a su grupo de colegas en 2004 cuando incorporó homenajes inéditos a algunos de los nombres más grandes, entre ellos Paco Rabanne, Martin Margiela, el propio Yohji y Christian Lacroix, entre varios otros.
La importancia de Missoni con Rosita y Ottavio
A mediados de los años ’50, la moda italiana instalaba en su inconsciente a varias marcas gracias a jóvenes talentos que ayudaron a establecer una original industria. Roberto Capucci y Emilio Pucci se unieron a Gucci, mientras en 1954 apareció la marca que revolucionó los tejidos con una frescura y atrevimiento único: Missoni. Fundada por Ottavio y su esposa Rosita -quien falleció a los 93 años el 02 de enero-, Missoni reinterpretó los trajes de dos piezas, vestidos y estampados tejidos con ayuda de modernos estilos, reinterpretación de los años ’20 y ’30 y hasta fashion shows realizados en piscinas.
Uno de los grandes ilustradores de moda de la historia apareció como parte de la serie sobre la vida de Halston, protagonizada por Ewan McGregor, que se lanzó hace un tiempo atrás. Joe Eula no solo fue su mano derecha por más de diez años en la marca sino también uno de los más cercanos a su vida privada. En Halston se convirtió en una especie de Director Artístico incorporando fotografía, sets y diseños a la casa. Sin embargo, Eula mantuvo otras funciones cercanas a la moda que no muchos conocen: además de ilustrar campañas de grandes maisons, ilustó posters para presentaciones de Liza Minnelli, discos y sets para fotografías icónicas de su amigo Milton H. Greene.
Polly Mellen forever
Si algo nos han enseñado numerosos documentales como “The 90s” o “Editor’s Eye” es que el trabajo de una editora de moda significa mucho más que dar con el look necesario para una foto. En Vogue, especialmente, son varias las legendarias figuras que han marcado el oficio, para el cual se necesita un ojo entrenado e instinto, pasión por el zeitgeist y camaradería con el fotógrafo. Así nos enseñó Polly Mellen, la editora que falleció hace algunos días y quien antes de retirarse hacia principios del 2000 dejó una gran huella en numerosas editoriales, incluyendo la de la serpiente con Nastassja Kinski con su eterno Richard Avedon, aportando al erotismo de Helmut Newton o dando con los looks de la polémica sesión del baño de Deborah Turbeville. Forever Polly Mellen.