Desde 1968, cuando los trabajadores sanitarios afroamericanos marcharon en Memphis con pancartas que simulaban prendas de vestir y proclamaban el mensaje “I AM A MAN”, pidiendo dignidad, respeto e igualdad, hasta 2017, cuando Maria Grazia Chiuri hizo su debut como directora creativa de Dior con el icónico lema “We Should All Be Feminists” -basado en el ensayo de Chimamanda Ngozi Adichie-, la moda ha sido históricamente una poderosa herramienta de expresión política y social. Y como siempre, la historia se repite. Esta vez con la consigna “Protect The Dolls”, una frase breve pero con mucha fuerza. Al principio, el concepto flotó por Internet como todo lo que está a punto de estallar, pero pronto se transformó en un emblema cuando la polera blanca, diseñada por Conner Ives, se convirtió en una pancarta portátil con la frase en letras negras, e hicieron más eco aún, al ser vestidas por figuras como el cantante Troye Sivan y el actor Pedro Pascal.
A propósito de “A complete unknown”, los looks del joven Bob Dylan
Un estilo clásico de los años ’60, entre beatnik y rockero pero siempre con estilo propio. Así podríamos definir al cantante Bob Dylan, quien hoy vuelve a la palestra gracias a su biopic protagonizada por Timothée Chalamet, “A complete unknown”. Allí el joven actor encarna al músico en una etapa temprana, cuando su alborotado cabello, las bufandas y los cigarrillos eran parte de su imagen, poco antes de explotar en la fama.
“Liza: A Truly Terrific Absolutely True Story”, el nuevo docu sobre Liza Minnelli
Cada cierto tiempo, el mundo descubre una estrella que va más allá de la simple fama. En los años ’70, una de ellas fue Liza Minnelli, quien al igual que varias nepo babies comenzó bajo la sombre de sus famosos padres, la actriz y cantante Judy Garland y el director de cine Vincente Minnelli. Con una icónica madre como la suya, no todos pensaron que el talento explotaría también en su segunda generación y la pequeña se transformó simplemente en Liza. Con el estreno del documental “Liza: A Truly Terrific Absolutely True Story” (2024), toda una vida de altos y bajos se ve reflejada a través de una narración con iconos y mentores que acompañaron a la artista a ser lo que es hoy, una leyenda absoluta.
La influencia de Françoise Hardy
Conocí a Françoise Hardy cuando me enamoré del estilo vintage de los ’60. Al igual que muchas personas, la exploración adolescente me llevó a un lugar lejano y retro con el que me sentí más cercana que en cualquier parte. Entre mujeres ye-yé usando mini faldas, Courrèges y Cardin, Hardy me habló con una sinceridad que iba más allá de la belleza. Si, usaba mini faldas y looks de diseñadores como Yves Saint Laurent y Paco Rabanne pero lo suyo era un estilo innegable, que también dialogaba con una idea masculina que acomodaba entre trajes sastre, chaquetas de cuero y pañuelos. Y al igual que Jane Birkin, Brigitte Bardot, Anna Karina o Sylvie Vartan, Françoise influenció a tantas famosas que es imposible negar que su esencia sigue y seguirá allí.
Con el estreno de la nueva saga de Ryan Murphy, “Feud” -la que esta vez tiene a las Swans de Truman Capote como protagonistas-, conocer la vida de aquellas mujeres de alta sociedad nunca fue más relevante. Si hablamos de la era de oro de la vanidad, el lujo, las fiestas y mucho más, los años ’60 y ’70 compiten codo a codo con los ’50 y su esplendor, donde comenzaron a emerger ciertas dinastías dedicadas al ocio. Una de las mujeres más famosas de esta cofradía del jet set internacional fue Nan Kempner, norteamericana que además de viajar por el mundo casi todos los días, se convirtió en la mayor coleccionista de ropa de Yves Saint Laurent, por ejemplo, algo que le valió su propia exhibición en el MET en 2006.