Mientras la mayoría de las modelos tratan de convertirse en el rostro ideal para alguna marca, moldeándose a sus exigencias cada vez que hay un casting, hay otras que nacieron para hacerse notar. Ese es el caso de la norteamericana Simone Thompson, quien a través del seudónimo Slick Woods ha revolucionado las pasarelas desde que apareciera en escena el 2016 luego de alcanzar la fama en Instagram.
Pero esa actitud que precisamente tiene Woods y que muchas otras modelos carecen, esta precisamente mezclada con el realismo de su personalidad, con la experiencia que ha conseguido a sus cortos 21 años. Woods fue criada por una madre prostituta que según ella era la mujer a la que más respeto podías darle, porque nada le importaba. Y hasta hace dos años, vivía en una casa de drogadictos, aunque hasta hoy hace gala de sus excesivos gastos en marihuana. Este background le ha dado a la modelo calva de dientes separados aun más atractivo en una industria donde todo es fingido y falso, donde las modelos simulan estilos para cambiarse rápidamente a otros.
Pero además de ser rostro de Moschino, Marc Jacobs, Fenty y caminar para innumerables pasarelas y posar en portadas, Woods, es también toda una romántica. “Estoy soltera luego que Ebonee Davis me dejara”, admitió en una entrevista, donde también dejó ver que su amor por las mujeres es a veces más fuerte que cualquier cosa. Y por si fuera poco, también ha tenido problemas con la ley, luego que viviera a través de fraudes de tarjetas de crédito, por lo que estuvo algunos meses en la cárcel a los 18 años. Lo que es seguro es que Woods sigue viviendo la fama que le ha dado la industria, que la tilda de la it girl o cool cat del modelaje actual, un título que comparte con Adwoa Aboah y que pronto tendrá en solitario cuando se estrene la película que protagonizó, una cinta independiente que seguro dará que hablar.
Fotos: Runway, i-D.
