Qué tener en cuenta para mi primer tatuaje

Qué tener en cuenta para mi primer tatuaje

Estás ahí viviendo tu adolescencia o post adolescencia y en tu feed de Instagram, no paran de aparecer fotos de personas con tatuajes hermosos y perfectos. Seguramente sigues a más de algún tatuador de hecho, miras los tatuajes de la gente en la calle y … te estás imaginando en qué lugar de tu cuerpo quedaría mejor uno, tu primer tatuaje.

Todos hemos estado ahí. La verdad, no es como en “Miami Ink”; puedes arrepentirte y luego tener que remover el nombre de tu ex de tu nalga derecha, pasar por un proceso largo y tedioso de cicatrización, enfrentarte a las posibles reacciones alérgicas, que la cara de tu bisabuela en tu hombro haya quedado muy asimétrica, que tu mamá se enoje y no te hable en un mes y un largo etcétera. En una encuesta súper seria (realizada en Facebook), le pregunté a un grupo de personas -mis amigos de Facebook-, cómo fueron sus primeras experiencias con el tatuaje y desde las vivencias propias escribo esta lista de sugerencias, las que deberías tener en cuenta antes de tatuarte por primera vez.

– No hay edad para los tatuajes desde que eres mayor de edad

En algunos estudios, pueden acceder a tatuarte con permiso notarial, en compañía de un adulto o bien, puedes tener quince años y estar pensando en tatuarte con “ese amigo que recién se compró la máquina y está aprendiendo”. Ya, aquí sugiero esperar porque la adolescencia es un periodo de constante cambio en todos los sentidos, por lo mismo lo que hoy te parece el tatuaje más bacán del mundo, en unos años más te puede parecer digno de remover con láser. De la mayoría de edad en adelante, sugiero atreverse.

– Siéntate, googlea, cuéntale a tus amigos, arma un tablero en Pinterest si es necesario

Tu tatuaje te acompañará para siempre, por lo mismo sugiero rayarse algo que realmente les guste mucho. Usa y abusa de Internet, coméntalo con tus amigos cercanos, busca fotos de referencia, ve los trabajos que ha hecho anteriormente tu tatuador, busca a varios artistas del mismo estilo, compara, piensa si va con tu estilo. La idea es que lo termines amando.

– Aprovecha el invierno

Puedes tatuarte en cualquier época del año, pero es mucho mejor hacerlo en invierno. Los tatuajes durante el proceso de cicatrización no deben exponerse al sol y qué mejor que los fríos invernales para mantener nuestra obra de arte protegida debajo de la ropa, a salvo de las playas y piscinas.

– No escatimes en gastos

Voy a sonar redundante: lo barato cuesta caro, ya sea te estés tatuando en un estudio o con alguien independiente. Suena tentador eso de tatuajes sospechosamente baratos pero a mi me surgirían dudas como ¿con esto alcanzará a financiar insumos de buena calidad?, ¿está ganando algo de dinero la persona que me está tatuando en relación al tiempo de trabajo? o cosas por el estilo.

– No escatimes en tiempo

No llegues a tatuarte tipo “ya, a x hora tengo que estar en el -inserte compromiso social- así que hagamos esto rápido”. Insisto, durará para siempre por lo mismo mejor hacerlo con calma. Trata de juntarte antes con tu tatuador para coordinar aspectos técnicos como tamaño, ubicación, colores y si no puedes hacer una visita directa al estudio, por último pueden hacerlo por Whatsapp, Facebook o Skype. El punto es ponerse de acuerdo con antelación y no a última hora.

– ¿Duele?

La verdad es que la respuesta es relativa: todos sentimos distinto y si bien se dice que hay zonas más dolorosas que otras, en el fondo se trata de tus propios umbrales de dolor. Lo mejor sería en ese momento generar un ambiente acogedor, si es necesario pide a algún amigo que te acompañe, interactúa con la persona que te está haciendo el tatuaje, si puedes escoger que música escuchar mejor todavía. La idea es estar cómodos y alejar los nervios. Pero ojo, tampoco te obligues a seguir si no puedes, por lo mismo es mejor partir con algo pequeño y si es un diseño grande, hacerlo en un par de sesiones.

– Algo no anda bien

Ya, estás recién tatuado y comienzas a notar cosas extrañas por ejemplo, granitos. Aunque nadie lo diga, es muy común presentar una reacción alérgica o que te salgan espinillas alrededor por el uso continuo de cremas. Habla primero con tu tatuador, si por algún motivo no se encuentra disponible, googlea pero no veas demasiadas imágenes. A veces, Internet exagera y en este momento, lo que menos necesitamos es ponernos paranoicos. Aún así si no te sientes conforme o a pesar de todos los tips las molestias persisten, no descartes pedir una hora al dermatólogo.

– “Mamá tranqui”

Si, las mamás sufren un poco con este tema. Sugiero ver el primer punto, además conversarlo previamente (si es que se puede), para darles la tranquilidad de que lo haremos bajo las condiciones sanitarias óptimas, que nos cuidaremos durante el proceso de cicatrización; que después de unos meses sí podremos donar sangre, entre otras cosas. Pueden sonar irritantes, pero lo hacen porque se preocupan aunque Ustedes ya sean grandes, trabajen, sean independientes y se trate de su décimo tatuaje (sorry mamá, me quiero seguir tatuando).

Fotos: Pinterest.

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Tamara Catherine
Tamara Catherine
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