Las Mil y una Caras del Vintage: Segunda Parte

Las Mil y una Caras del Vintage: Segunda Parte

Continuación de Las Mil y una Caras del Vintage. “Amamos la moda, amamos cómo se siente encontrar una prenda que parece ser hecha sólo para ti, a pesar de haber tenido cientos de dueños, miles de historias… Amamos encontrar objetos hermosos donde muchos ven sólo basura. Amamos compartir nuestros amores y nuestros descubrimientos”. Extracto del manifiesto de I Love Vintage, colectivo de marcas de ropa y objetos del recuerdo, 2009. 

Junto a las ideas de intervención pública, la ropa vintage también se ha convertido en un negocio con grandes resultados. Y cuando ocurre esto, marcas y diseñadores tan prestigiosos como Yves Saint Laurent, Gucci o Chanel se agrupan como pequeños tesoros que fueron confeccionados hace más de treinta o cuarenta años. Cameron Silver, un destacado empresario que inauguró su tienda Decades en 1997, es uno de los pioneros a la hora de sacar provecho de esta inversión, y consiguió que su boutique ubicada en Los Ángeles, Estados Unidos, sea la Meca para mujeres como Rachel Zoe, la misma Natalie Joos o Cate Blanchett. “Lo vintage se ha convertido en una forma de vida. Nuestros clientes comprenden el significado tras el deseo de obtener ropa única que es parte de la historia y que, al final, es una pieza que le da personalidad al guardarropa”, explica Silver. Y por ello, sus clientes no son los típicos amantes de la ropa usada; muchos no temen en desembolsar miles de dólares por una cartera Birkin de Hèrmes o un abrigo de Courrèges de los 60. Cameron justifica los lujos de su colección disponible, que reúne a Azzaro, Halston y otros grandes nombres de la moda: “La ropa vintage es vital para crear un estilo distintivo para cualquier amante de la moda”, asegura.

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En nuestro país, la primera tienda que reunió oficialmente la moda vintage en un mismo lugar estuvo en manos de Paola Agulló, el nombre tras la exitosa marca Nostalgic. Seis meses viviendo en diferentes lugares de Estados Unidos dejaron como huella imborrable ese gusto por la auténtica moda vintage, que allá se vive desde los años 60 en diferentes tiendas. En 1998, al regresar a Chile, inauguró Nostalgic. “Lo vintage es un estilo de vida que se extiende a todo lo que pueda formar parte de tu mundo, es el extrañar y atesorar distintas décadas o momentos en el tiempo”, comenta Paola, mientras reconoce que el término en Chile es variado. “La realidad dista mucho de que las personas paguen por el valor de una prenda de Emilio Pucci de los 60. Aquí todavía se maneja el concepto de que lo vintage equivale a ropa usada y, por lo tanto, se debe pagar poco”, relata. Sin embargo, Agulló reconoce que hoy la gente está más informada que cuando partió la tienda, y agradece ser parte de la vanguardia en cuanto a mostrar el concepto en nuestro país.

A diferencia de hace diez años atrás, la ropa vintage ya es reconocida por muchos como una fuente inagotable de inspiración y un closet original, incluso para diseñadores nuevos. “La ropa y accesorios vintage forman parte importante de la moda actual; muchos diseñadores se inspiran en ella, como Anna Sui que ha dicho que siempre mira a los 60 cuando debe crear una nueva colección”, cuenta Linda Morand, modelo de Pierre Cardin en los 60 y creadora del sitio web Mini Mad Mod 60’s, auténtico archivo que rescata rostros del modelaje y fotografía desde los años 50 en adelante. Por ello, no debemos sorprendernos cuando colecciones actuales parecen repetir colores y formas que otros lanzaron en décadas pasadas; sin ir más lejos, la colección primavera verano 2011 de Gucci tomó prestada una fuerte influencia de la colección de Yves Saint Laurent de 1967 y 1985, la que a su vez es hoy repetida por grandes tiendas chilenas en forma de color block. Sin quererlo, nadie ha escapado a las tendencias vintage esta temporada.

Paola Agulló de Nostalgic, la primera tienda oficialmente vintage de Chile. Gentileza de Paola Agulló

Las tiendas online, las redes sociales y los blogs han formado parte importante de la masificación del término vintage. Para bien o para mal, varias marcas se han apropiado del concepto aun sin reconocer la diferencia entre éste y la ropa usada, aunque hay ejemplos que han permitido que amantes del estilo encuentren lo que más les gusta sin gastar de más. “Me encanta que la prenda sea exclusiva, auténtica y que tenga una gran historia detrás. En la parte estética, me gusta que uno pueda reinterpretar modas pasadas y hacerlas actuales mezclándolas con otras cosas”, señala Ángeles Hernández, diseñadora gráfica y de vestuario que además tiene su propia tienda en Flickr bajo el nombre Rabbit (www.flickr.com/photos/r-abbit). Su gusto por la estética e íconos como Joan Jett, The Beatles o The Clash la han llevado a recorrer tiendas online chilenas e internacionales, topándose con más de una sorpresa. “He encontrado tesoros increíbles como un sostén rígido de los años 50, abrigos de tweed súper sesenteros y varias otras cosas”, cuenta.

Como Ángeles, son varios los chilenos y extranjeros que aman la moda vintage. Ya sea auténticamente antigua, de diseñadores inspirados o, incluso, de marcas actuales que rescatan el estilo como Topshop, todos encuentran su propio nicho. Pero también debemos reconocer que no sabemos cuál es el futuro de las auténticas prendas vintage, aunque algunos se atreven a opinar. “La ropa vintage nunca va a pasar de moda; yo nunca quiero vestirme caro ni tampoco vestirme igual a todo el mundo”, dice Eleonora Aldea, quien relanzó la venta de sus prendas en rocketcloset.tumblr.com. Linda Morand es más visionaria para los negocios: “Aconsejaría a cualquiera que tiene piezas vintage que no las venda porque después serán altamente cotizadas en el mercado”. Natalie Joos es más tajante: “Se nos están acabando las buenas prendas vintage, así que es inevitable que las valoremos”. Y con esto concuerda Paola Agulló: “Debemos saber que cada vez es más difícil poder encontrar prendas antiguas, ya que el tiempo va pasando y las nuevas décadas traen consigo modas masivas con menos detalles y de mas baja calidad… Si encuentras una prenda que es vintage ¡atesórala y disfrútala!

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