Vidal Sassoon: el hombre que revolucionó al mundo con un par de tijeras (Primera parte)

Vidal Sassoon: el hombre que revolucionó al mundo con un par de tijeras (Primera parte)

“El único sitio donde el éxito viene antes del trabajo es en el diccionario” – Vidal Sassoon.

Hoy, la entrega semana a semana con respecto a la historia del vestuario, tendrá carácter de homenaje: Vidal Sassoon es tal vez uno de los personajes más importantes de las décadas del 60 y 70, porque de todas las propuestas del decenio, elevó un hacer que antes era solo “oficio” transformándolo en “diseño”.

Vidal Sassoon, de ascendencia judía y española, nació en Londres en 1928 y tuvo una compleja infancia: debido al abandono de su padre a la edad de tres años y a la difícil situación en que quedó su madre al respecto, pasó siete años junto a su hermano menor en un orfanato judío, donde asistió a la escuela. Apenas la situación mejoró, ambos volvieron a vivir junto a ella. A los 14 años comenzó a trabajar como mensajero y a los 17, a pesar de ser muy joven para participar en la Segunda Guerra Mundial, se une al Grupo 43 (Organización Militar de Veteranos Judíos). En 1948, a la edad de 20 años, se unió a la Fuerza de Defensa Israelí para combatir en la guerra de independencia de Israel, creando además un “Centro de estudio antisemita” en la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Contrastando todo lo anterior, Sassoon decide formarse en el ámbito de la peluquería: el mito cuenta que su madre lo aconseja de esto a partir de un sueño. Se hace aprendiz de Adolph Cohen y más adelante de Raymond Bessone “Mr. Teasy Weasy”, quien tenía un salón de belleza en Mayfair. Sobre este último Vidal Sassoon dice: “Él realmente me enseñó la forma de cortar el pelo… yo nunca habría logrado lo que tengo sin él”.

El aporte de Vidal Sassoon al ámbito del diseño está en que a todo lo que recibe de sus maestros, él le otorga un giro que se transformaría luego en su sello: crea una técnica de cortar el cabello basada en la observación de formas geométricas y la matemática, además de la arquitectura. “Conociendo las reglas está el saber cómo romperlas”, postulaba, y justamente ese rompimiento fue lo que detonó la potencia de su propuesta cargada de precisión armónica. Cada corte de cabello era un acto escultórico, único e irrepetible, concebido especialmente para quien lo portaría, logrando muchísimas nuevas propuestas formales en el remate de la silueta. Él fue un revolucionario.

En 1963 crea un corte de cabello que libera a la mujer del peinado “armado” predominante en la década de los 60, “The five point cut” o “Corte Bob”, un corte angular con plano horizontal que causó múltiples reacciones: las mujeres lo celebraron y los demás estilistas lo cuestionaron duramente. “Ser incomprendido es la clave indicadora de tener un pensamiento adelantado a la época ”, decía Sassoon, ante esta respuesta a su creación.

En 1957 crea el corte para Mary Quant, cuando lanza su principal obra: la minifalda; en 1958 abre su primer salón; en 1959 crea el corte “La forma” que se adapta a la estructura ósea y permite libertad de movimiento; en 1968 crea el corte para Mia Farrow en la película de Polanski “El bebé de Rosemary”; le corta el cabello a Twiggy, a los Beatles y crea el peinado hito de Farraw Fawcet, entre otros actos. Si quieres conocer más cerca de su vida y proceso creativo, puedes ver este film, cuyo trailer ya resulta tremendamente inspirador:

Un imparable que jamas dejó de proponer, sin duda, fue uno de los grandes hitos de la década de la revolución. ¡Notable tu hacer Vidal Sassoon!

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