Poleras polémicas

Poleras polémicas

Se dice que, si la ropa habla de ti, las poleras lo gritan. Y aunque yo no esté muy de acuerdo en hacer de tu ropa una manifestacion tan literal de la opinión (prefiero que las sutiles diferencias hagan lo suyo) en estos dias me llamaron mucho la atención dos casos de poleras que causaron revuelo, y seguramente, algún despido en sus respectivos lugares de origen.

La primera de ellas fue la polera “Eat Less” (come menos) , sacada al mercado por Urban Outfiters, empresa estadounidense que ya había tenido algunos problemas con los mensajes de sus camisetas. Esta vez, la polera obviamente no fue bien recibida (¿en que estarían pensando?) por grupos de todo tipo, desde bloggers hasta asociaciones feministas, quienes reclaman que un producto como éste (aparte, modeladas por una niña con clara cara de hambre, en la imagen de arriba) no pueden ser parte de la oferta de una empresa con tanto poder y alcance en un país como Estados Unidos, ya que promueven la pobre imagen corporal y los desórdenes alimenticios. Sin embargo, también surgieron voces dispuestas a defender el derecho de estampar y ponerse una polera, cualquiera sea el mensaje de ésta. Total, es “sólo una polera”. Algo tienen de razón al decir que el que le hace caso al estampado de una polera tiene problemas más graves, y que en Estados Unidos y en el resto de los lugares donde la polera se ofrece, la gente, de hecho, necesita comer menos.

El segundo de estos casos, quizás más grave,  se trata del no menos conocido grupo empresarial Target, quienes cometieron el error (o no, quien sabe) de poner la Bandera de España en una polera con ocasión del Mundial de Sudáfrica. Eso no tiene nada de malo, por supuesto, pero la bandera que pusieron no es la actual, sino la bandera usada durante el régimen Franquista español, símbolo que incluso actualmente está prohibido en España.

Las poleras ofensivas y de frentón de mal gusto son parte del panorama visual de todos los dias  pero son sin duda más controvertidas cuando tocan temas políticos o de salud. Sin embargo, no nos olvidemos que mientras más hablemos de ellas, más se cumple el fin primero de ellas, escandalizar con el fin de obtener un beneficio … of course.

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