Moná: Ropa de grandes para chicos

Moná: Ropa de grandes para chicos

Francisca Gabler es dueña y responsable de Moná, una nueva marca de ropa infantil inspirada en el concepto de reutilización y reciclaje de moda para niños de entre 2 y 7 años. Desde su taller ubicado en Pedro de Valdivia con Bilbao, cada prenda de Moná forma parte de un proceso único que se inicia con la selección de telas en tiendas o ferias de segunda mano, continua con el diseño y confección de prendas y termina en un acucioso trabajo de limpieza. Al ser ropa confeccionada con telas reutilizadas, no hay más de uno o tres diseños que ocupen la misma tela, lo que asegura un grado importante de exclusividad para quien compra.

Aquí dejamos la conversación que tuvimos con Francisca para que conozcas un poco más acerca de Moná.

-¿Cuándo y por qué nació Moná?

Moná nace a fines de 2012, porque sentí que había una falta de propuestas originales en el diseño nacional infantil. Me encanta ver cómo visten algunos papás a sus hijos y sentir de alguna forma cómo los niños actúan o se sienten con la ropa que les ponen. Creo que el imaginario de los niños tiene que ver mucho con la fantasía de cómo se imaginan o quieren ser cuando grandes, y mi idea fue crear algo siguiendo esa línea. En gran medida la ropa de Moná es ropa de grandes para chicos, sin perder la perspectiva de que estoy diseñando para niños. Por eso también decidí llamar a la marca Moná, como una abreviación de “monada”, que alude a algo pequeño y bonito.

-¿Cuál es tú definición de slow fashion frente a la marca?

Trabajo con mano de obra local y reutilizo las telas de ropa que compro en tiendas de segunda mano. Esto alarga el ciclo de vida de una prenda y a la vez le da exclusividad a los modelos porque hace que la mayoría de ellos sean distintos. De una camisa o vestido, por ejemplo, pueden salir 2 ó 3 prendas nuevas. En definitiva, me fijo más en la calidad que en la cantidad de prendas que hago de cada diseño. Esa preocupación en la buena hechura ayuda también a que sean más resistentes a los juegos y movimientos de los niños.

 -¿De dónde sacas tus materiales?

Trabajo con dos tipos de materiales. Primero están las telas que saco de ropa de segunda mano, que adquiero principalmente en ferias de Santiago y Valparaíso, y tiendas de calle Bandera. También compro telas de origen nacional, principalmente denim y algodón.

 -¿Cómo describirías el proceso de selección de telas y su reutilización? ¿Qué haces para asegurar calidad y limpieza?

Cuando compro ropa de segunda mano, me fijo en la calidad de las telas, que se traduce en un buen estado de sus estampados (que los colores se hayan mantenido en el tiempo) y composición de hilos (que ojalá sean de algodón). En cuanto a los diseños de los estampados, todos en general tienen una estética más vintage, pero no sigo un patrón determinado. Tengo claro lo que busco y si veo algo que visualizo en uno de mis modelos, lo compro.

Todas las prendas las lavo apenas las adquiero y las suavizo con un detergente especial. Luego, en el taller corto o descoso lo que no me va a servir para confeccionar nuevas prendas, como cuellos, puños y bolsillos que voy juntando en un contenedor aparte. Esas telas son las que reutilizo y combino con otras para fabricar las prendas de Moná. Por último, cuando las prendas ya están listas, les doy un segundo lavado y acabado textil pertinente en una lavandería industrial.

-¿Para qué tipo de niño y/o padre diseñas?

Las prendas van desde los 18 meses hasta los 7 años. Diseño para papás que buscan darle una identidad distinta a sus hijos, personas que buscan algo fuera de lo que ofrece el retail y le dan un valor especial al diseño local de autor. Al ser ropa confeccionada con telas reutilizadas, no hay más de uno o tres diseños con el mismo estampado, lo que asegura la exclusividad de cada prenda.

-¿Tienes algún diseñador o estilo en el que te inspires particularmente?

Me gusta mucho la estética rockabilly del rock and roll en el vestuario para niños, sobre todo en chaquetas. En niñas, creo que en general también influye la estética de los 60, como los jumpers y los cortes trapecio.

 -Adelántanos un poco de lo que se viene para la colección otoño-invierno…

Para la colección otoño-invierno, estoy trabajando con terminaciones de cuero en algunas prendas, principalmente chaquetas y abrigos. En la colección primavera verano diseñé una jardinera que se transforma en pantalón, ahora también estoy haciendo prendas transformables a través de un sistema de cierres y botones. ¡Eso puedo adelantar por ahora! Espero poder lanzarlo todo a principios de junio.

-¿Dónde y cómo se pueden comprar tus diseños?

Por ahora se pueden comprar a través de la tienda online que hay en www.mona.cl o visitando mi taller que queda en Pedro de Valdivia con Bilbao. Para coordinar una visita hay que escribir a info@mona.cl. Los precios van desde los $12.000 hasta los $35.000, y hago envíos a todo Chile.

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